Protesta escolar en Inglaterra y una imaginaria en Argentina
He leído tiempo atrás que debido a una ola de calor, alumnos de la Academia ISCA, en Exeter, Inglaterra, decidieron concurrir a clases en pantalones cortos, cosa que no estaba permitida por el reglamento. Se les negó el ingreso y a manera de protesta pidieron prestadas polleritas a sus compañeras y al día siguiente se presentaron a clases usando dicho aditamento, cosa que no estaba prohibida: manera sutil y amable de protesta. “Very british”, diría nuestra ex presidenta Cristina Kirchner.
Ahora hagamos un ejercicio de roles, imaginemos que este problema se hubiera presentado en la Argentina, entonces Roberto Baradel y su tropa, ante el cercenamiento de la libertad de enseñanza, hubiera sugerido la toma de establecimientos educativos, con la destrucción de elementos de enseñanza que eso implica, con la complacencia de padres permisivos y como resarcimiento por el daño moral, la baja del promedio de notas para pasar de año; a su vez, me imagino a nuestra ancianas ilustres, doña Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, invitando a la ciudadanía a una quema de libros en Plaza de Mayo como escarmiento a escritores nefastos: Sarmiento, Echeverría, Alberdi, Borges, etc.
Es así. Vamos a tener que vencer algunos “prejuicios” para descontar los 1.492 años de ventaja que nos llevan desde que nos descubrieron. Jorge Iacaruso jri1937@hotmail.com