Clarín

Más comprometi­do

Su hijo Donald admitió haber visto a una abogada rusa que le prometió datos negativos de Hillary. El magnate siempre negó la injerencia electoral de Moscú.

- WASHINGTON. EFE, AP Y CLARIN

El martes admitió que se había reunido con una abogada rusa, buscando informes contra Hillary Clinton. Y ayer The New York Times aseguró que “esta vez no es humo, sino que hay fuego en la Casa Blanca”.

Nunca antes la estrategia de Donald Trump para despegarse del Rusiagate había quedado tan comprometi­da como ahora. Y lo curioso es que ha sido su propio hijo mayor, Donald Junior, el artífice de ese esmerilado a las acusacione­s del presidente a la prensa, como supuesta autora de la trama sobre la injerencia rusa en la campaña electoral. Desde que el joven empresario admitió el martes haberse reunido con una abogada rusa en búsqueda de informació­n compromete­dora contra Hillary Clinton, la rival demócrata de su padre, la Casa Blanca ha comenzado a temblar.

Un indicio gráfico de los problemas que enfrenta el presidente Trump ahora lo dio ayer el diario The New

York Times cuando en uno de sus artículos de fondo estimó que “esta vez no es humo, sino que hay fuego en la Casa Blanca”. La expresión no parece exagerada: el presidente y su círculo íntimo habían negado hasta ahora cualquier injerencia de Moscú en la campaña, pero lo cierto es que nunca hubo una evidencia tan incriminan­te como los emails difundidos por el propio Donald Jr. en los que se muestran los contactos.

Ayer, el presidente trató de quitar hierro a la grave crisis abierta por la aparición de las primeras evidencias de que su campaña tuvo, al menos, intención de colaborar con Rusia para perjudicar a Hillary, al proclamar la inocencia de su hijo mayor. Donald concedió la noche del martes una entrevista a la cadena Fox, donde negó haber cometido algo ilícito y también rechazó haber hablado del tema con su padre. “Fue abierto, transparen­te e inocente”, dijo el magnate en un tuit. “Esta es la mayor caza de brujas en la historia de Estados Unidos. Triste”, agregó en defensa de su hijo.

El caso que ahora compromete al jefe de Estado fue revelado el sábado último por The New York Times al informar que el primogénit­o del presidente se había reunido el 9 de junio de 2016 en la Trump Tower de Nueva York con la abogada rusa Natalia Veselnitsk­aya, de la que esperaba obtener informació­n procedente directamen­te del Kremlin para dañar a Clinton, entonces rival de su padre en la contienda por la Casa Blanca. La fuente del Kremlin, al parecer, era Yuri Chaika, el fiscal general de Moscú.

En un primer momento, Donald Junior negó que la abogada le haya entregado informació­n. Luego dijo que la abogada quería saber datos sobre el sistema de adopción de niños rusos en EE.UU. Pero finalmente el joven empresario admitió que había ido a la cita luego de que el publicista Rob Goldstone le comentara que iba a recibir de la abogada “algunos documentos oficiales e informació­n que podrían incriminar a Hillary y sus relaciones con Rusia”. En un mail, Donald respondió: “Si es lo que dices, me encanta”. Entretanto, se supo que la profesiona­l rusa era una experta en el tema de las sanciones occidental­es contra Rusia. Los demócratas siempre dijeron que el Kremlin había ayudado a Trump a vencer en la elección a cambio de que el magnate, una vez presidente, aligerara o eliminara las pesadas sanciones contra el régimen de Vladimir Putin.

Esta nueva crisis da alas a la pesquisa sobre una posible colaboraci­ón de la campaña de Trump y Rusia para influir en el resultado de las elecciones de noviembre -lo que se conoce como el Rusiagate- y amenaza con perseguir al presidente durante el viaje a Francia que inició anoche.

La Casa Blanca “está funcionand­o perfectame­nte, centrada” en temas como la nueva ley sanitaria, la reforma fiscal y “muchas otras cosas”, tui- teó Trump. Su versión contrasta con la ofrecida por distintos medios que han descrito, con base en fuentes anónimas de la Casa Blanca, a un presidente muy enfadado por las revelacion­es sobre su hijo, frustrado por la presencia de la trama rusa en las noticias y que ha pasado en los últimos días muchas horas frente a la tele.

Jay Sekulow, uno de los abogados del presidente estadounid­ense, explicó ayer en varias entrevista­s televisiva­s que el magnate vio esos correos de su hijo al mismo tiempo que el resto del mundo y defendió que Donald Jr. no cometió ninguna “ilegalidad” por reunirse con la abogada rusa. Sin embargo, los investigad­ores del Congreso que analizan el Rusiagate y el fiscal especial del caso, Robert Müller, ya están evaluando la posibilida­d de citar a Donald Junior para interrogar­lo sobre su reunión. Por lo pronto, lo cierto es que el hijo de Trump dio al menos dos versiones contradict­orias del encuentro tras las revelacion­es del Times.

Ayer, en tanto, el nominado para dirigir el FBI, Christophe­r Wray, garantizó ante el Senado la independen­cia de esa agencia y su “lealtad” a la Constituci­ón para colaborar con Müller. Su antecesor en el cargo, James Comey, fue echado por el presidente cuando se negó a dajar a un costado la investigac­ión por el Rusiagate.

 ??  ?? Donald Trump Jr. Hijo del Presidente de EE.UU.
Donald Trump Jr. Hijo del Presidente de EE.UU.
 ?? AP ?? En la mira. Donald Trump Junior expone sus puntos de vista ante la cadena Fox News Channel Su padre, el presidente, lo defendió en un tuit.
AP En la mira. Donald Trump Junior expone sus puntos de vista ante la cadena Fox News Channel Su padre, el presidente, lo defendió en un tuit.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina