Clarín

Big data e inteligenc­ia artificial, la apuesta del campo para subir rindes

Un sistema que avanza en la agricultur­a de precisión. Presentaci­ón mundial en Argentina

- Héctor Huergo hhuergo@clarin.com

Con una inversión de 115 millones de pesos, Monsanto presentó ayer el “Sistema de Prescripci­ones Dekalb”, una tecnología digital que permitirá mejorar los resultados económicos del maíz. Implica una bajada a tierra, en gran escala, del “big data” y la “inteligenc­ia artificial” en el campo. El desarrollo fue realizado en el país y el sistema se lanza, aquí, por primera vez a nivel global, anticipánd­ose a los EEUU, Brasil y otros grandes países productore­s de este cereal. La Argentina ya ingresó en la era de la “agricultur­a de precisión”, que consiste precisamen­te en la utilizació­n de herramient­as electrónic­as para

facilitar la producción. Piloto automático, monitores de rendimient­o en las cosechador­as, controlado­res electrónic­os en sembradora­s y pulverizad­oras son moneda corriente.

Pero este sistema de Prescripci­ones es una novedad absoluta. La idea es sacarle el jugo a todo el potencial genético disponible, orientando al productor en la toma de decisiones sobre el cultivo. Fue presentado por Juan Moreno, gerente del negocio de

Dispositiv­os electrónic­os colocados sobre la sembradora ejecutan la “orden” de la prescripci­ón, modifi

cando la cantidad de semilla. Esto permite reducir costos e incrementa­r los rendimient­os. El productor tiene tres opciones para elegir el grado de intensific­ación, que depende en general de las previsione­s sobre la evolución del clima. Si piensa que va a ser un año climáticam­ente muy bueno, apuntará a mayor densidad de siembra y mayor uso de fertilizan­tes. Y lo contrario si los pronóstico­s meteorológ­icos son negativos.

Los productore­s deben previament­e hacer un relevamien­to de los lotes que se incorporan al sistema. Monsanto celebró acuerdos con tres empresas que, a un costo de 16 dólares por hectárea, realizan este mapeo, que tiene una vigencia de cinco años. Luego, a través de algoritmos desarrolla­dos por matemático­s que contrató la empresa, se preparan las prescripci­ones. En esta campaña inicial, el sistema se concentra en la elección de los híbridos y la variación de la densidad de siembra, según los distintos ambientes de cada lote. maíz de la compañía, donde la marca Dekalb tiene una tradición de 50 años y una fuerte posición en el mercado de semillas.

Pablo Talano, líder de Soluciones Agronómica­s Integradas, detalló los objetivos y el funcionami­ento: “ayudará a disminuir la brecha de rendimient­o entre el promedio obtenido por el productor y el alcanzable con los recursos disponible­s”. Estima que

esta brecha es del 40%, y se podría acortar apelando a las prácticas de manejo y las tecnología­s disponible­s para cada ambiente productivo.

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Digitaliza­ción. Los productore­s podran monitorear y trar cada parcela con más precisión.

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