“Marcos” busca apartar al juez que lo investiga hace 10 años: “Está obsesionado”
Pidió la recusación de Sergio Torres, que la rechazó. Ahora la Cámara Federal deberá resolver la cuestión.
“Siento que estoy bajo un perseguimiento (sic) policial, judicial hacia mi persona y mi familia. (...) Yo muchas veces lo hablé con mi señora y los abogados y les dije que el temor mío es de lo que este señor juez está obsesionado con nosotros. (...) Yo necesito que este señor juez sea apartado totalmente en la causa con lo que me concierte (sic) a mí y a toda mi familia”. Lo declaró, casi sin respirar, el peruano Marco Estrada Gonzáles (54), más conocido como “Marcos”. Fue el 4 de julio pasado, pocos días después del allanamiento en su celda del Complejo Penitenciario II de Marcos Paz de donde, de paso, pidió ser mudado porque está cansado de que lo filmen noche y día.
“Marcos” fue llevado a los Tribunales de Comodoro Py y en el juzgado federal N° 12, a cargo de Sergio Torres, le informaron oficialmente que se le iniciaba una nueva causa (la quinta) como patrón del narcotráfico de la villa 1-11-14, del Bajo Flores.
En su indagatoria, Estrada Gonzáles se despachó a gusto contra el juez, a quien le atribuyó motivaciones políticas, y adelantó lo que el lunes formalizaron sus abogados, Laura Fechino y Luis Osler, en un escrito de 44 páginas: su intención de sacar a Torres del medio.
“Corresponde solicitar el apartamiento del Dr. Torres para continuar interviniendo en estas causas porque ha perdido de manera absoluta la imparcialidad que debe regir su accionar como magistrado”, dice el pedido de recusación presentado por los defensores de Estrada Gonzáles y de su esposa Silvana Salazar, quien también está presa a disposición del juzgado federal N° 12.
Ayer, el juez Torres -que investiga a “Marcos” desde hace diez años y ya lo envió dos veces a juicio oral (el peruano terminó con una condena uni- ficada a 10 años)- rechazó la recusación, pasando la cuestión a la Cámara Federal.
El planteo de Fechino y Osler es simple. Acusan a Torres de perseguir sin pruebas a Estrada Gonzáles y a su familia (su esposa y suegra también están presas por narcotráfico). Para esto, sostienen ellos, al elevar las causas a juicio nunca se desprende totalmente de la investigación y, a partir de lo que queda en la etapa de instrucción, inicia una nueva causa contra su cliente.
Además, recalcan, Torres interviene en todas las causas de tráfico de drogas en la 1-11-14, gracias a la “conexidad subjetiva”. Esto, según argumentan, se debe “a una obsesión” que el magistrado tendría con Estrada Gonzáles.
“Toda la familia le teme al juez, viven con miedo de que se les arme una causa, que le planten droga o un arrepentido. Cambian sus teléfonos porque saben que siempre, legal o ilegalmente, son escuchados, seguidos y vigilados y cualquier frase es útil para interpretar códigos delictivos”, sostienen Fechino y Osler quien ya intentaron sacar al juez Torres de una causa contra “Marcos” en 2012.
En el escrito, presentado el lunes por Estrada Gonzáles, prácticamente es elevado a la categoría de “preso
político”. El planteo incluye palos para los “medios de comunicación que fueron y son complacientes con las decisiones adoptadas legitimándolas ante la opinión pública para condicionar además a los magistrados que deben revisar las decisiones del Dr. Torres”. Y hasta incluye denuncias de corrupción como el pedido de 100.000 pesos de un policía de la Federal para abortar una causa en su contra.