Alfaro tendrá a cargo la tarea más complicada: reconstruir a Huracán

Buscará potenciar a los que están y reforzar un plantel que tocó fondo. ¿Convencerá a Nervo para que se quede?

Ya en sus tiempos de futbolista, de Regionales, de ascenso al Nacional, Gustavo Alfaro era un luchador en el mediocampo de Atlético de Rafaela. Cuentan que era el técnico adentro de la cancha. A los 30 años, en 1992, ya dirigía en el club de la ciudad de su nacimiento. Desde entonces hasta su último y reciente paso por Gimnasia La Plata construyó un estilo: Lechuga -como le dicen- es de esos entrenadores capaces de transformar un plantel sin nombres en una cooperativa del sacrificio en nombre del resultado. Es un caso curioso: le fue mejor ante la dificultad y la carencia que frente a las expectativas grandes. Dos extremos: ganó cuatro títulos con Arsenal (tres locales y uno internacional, la Sudamericana) y en San Lorenzo se tuvo que ir luego de apenas ocho victorias en 22 partidos. Ahora, se hará cargo de un Huracán

a la deriva.

Lo sabe el entrenador que asumirá mañana eemplazando al despedido Juan Manuel Azconzábal: debe reconstruir a Huracán desde los escombros. El equipo de Parque de los Patricios se salvó del descenso en la úl-

tima fecha y viene de caer 5-1 ante Libertad, de local, por la ida de la segunda fase de la Sudamericana. Y arrancará la campaña 17/18 en zona de descenso.

Se hará cargo de un plantel en declive y en días de desintegración. Apenas quedan tres representantes de los dos títulos más recientes (la Copa Argentina, en 2014; y la Supercopa, en 2015). Se trata de Patricio Toranzo - emblema de escasa participación en el último semestre-, Federico Mancinelli -preso de las lesiones- y Alejandro Romero Gamarra. Más Lucas Villarruel, quien volvió de su préstamo en Olimpo, pero no se sabe si continuará en el club. Marcos Díaz -figura de los mejores y de los peores mo-

mentos del Huracán reciente- no atajará más en la institución por su disputa con la conducción del club.

Martín Nervo, el capitán, es un caso especial. Su relación con los dirigentes no es buena y, tras su actuación frente a Libertad, se rompió el vínculo con la gente. Dijo que se quiere ir. Lo pretendía Racing. Pero en las últimas horas el club de Avellaneda desistió de contratarlo. Alfaro señaló que lo conoce y que le gustaría contar con él para lo que viene. ¿Lo convencerá de que puede revertir esta situación? El de Nervo quizá sea un caso testigo en cuanto al modo que adoptará el entrenador para recuperar al equipo: potenciando a los que están o reforzando todo lo que se pueda.

Hasta ahora sólo se confirmaron dos arribos: el arquero Manuel García -de flojo estreno anteanoche- y el lateral derecho Christian Chimino (ex Temperley). Desde la sede de Avenida Caseros cuentan que “Fernando Coniglio está cerca de llegar”. Es la primera opción para el puesto de centrodelantero. Viene de convertir 12 goles en 28 partidos con Olimpo. Para el arco llegará un titular sobre el que pesará la herencia de Díaz, San Marcos para los hinchas del Globo de Newbery. Hay dos candidatos: Cristian Campestrini -37 años; libre, tras su paso por Puebla- y César Rigamonti, quien atajó en Quilmes.

Para la defensa, sólo falta que firme el defensor central paraguayo

Saúl Salcedo. Tiene 19 años, proviene de Olimpia y debutó en 2014. También integró el seleccionado Sub 20 de su país. En la zaga central suenan otros nombres: Carlos Matheu (libre de Banfield), Rodrigo Erramuspe (Lanús) y Omar Alderete (20 años, de Cerro Porteño). En el mediocampo, a Alfaro le interesa sumar a César Meli (Racing) y a Joaquín Arzura (River).

Nazareno Solís (delantero de Boca) está en carpeta. Y es otro caso testigo. Para reforzarse Huracán también acudiría al club que preside Angelici en el contexto de la negociación por

“Wanchope” Ábila, cuyo 50% del pase pertenece a Huracán.

“Arranca desde cero y es muy inteligente para armar equipos”, dijo Néstor Apuzzo sobre Alfaro. Desde cero, sí. Desde los escombros.