Clarín

Por PepsiCo, frenaron la reforma laboral

- Marcelo Canton mcanton@clarin.com

El Gobierno quería lanzar algunas medidas laborales antes de las elecciones. Las discutió con la CGT. Pero los sindicalis­tas niegan que haya habido un acuerdo sobre el tema.

El conflicto de PepsiCo dio vuelta el mapa sindical. En principio, precipitó el anuncio de una protesta de la CGT el próximo 22 de agosto. Pero también obligó al Gobierno a guardar para mejor momento anuncios sobre blanqueo de trabajador­es en negro y cambios en los aportes previsiona­les, que tenía intención de hacer antes de las elecciones. La reforma laboral deberá esperar un mejor momento. El horno no está para bollos, dirían las abuelas. La puja por los despidos en Pepsico tiene

mucho de política: dirigentes de izquierda se apropiaron de esa bandera, luego de que el gremio hubiera negociado los despidos e indemnizac­iones. En el ministerio de Trabajo dicen que de los 550 empleados (60 están fuera de convenio), 455 firmaron su desvincula­ción, cobrando un promedio de $ 600.000. Pero el caso terminó como emergente de una situación socioeconó­mica compleja, de despidos simultáneo­s, aunque más chicos, en varias pymes del GBA. Que también suma plan

teos empresario­s. Como los tabacalero­s, que salieron a decir que por la presión impositiva se perdieron 10.000 empleos en el sector. O los fabricante­s de bolsas de plástico, que aseguran que ya hubo 400 despidos en Buenos Aires por la prohibició­n de entregar esos envases en los súper porteños. Y se suman las aristas electorale­s, claro: Cristina Kirchner estuvo el martes en el campamento de trabajador­es de UOCRA que reclaman por el cese de obras en Atucha. Todo eso presionó, el jueves, a la CGT a una medida de fuerza que sus dirigentes venían evitando. Pero el fondo es que la creación de empleo, como la reactivaci­ón, es amarreta. Según AFIP, en mayo se crearon 20.000 puestos de trabajo. El planteo oficial es que desde que asumió Macri hasta julio de 2016 se perdieron 120.000 empleos (50.000 de la construcci­ón, 35.000 de la industria). “Pero para marzo se habían recuperado todos”, dicen en Trabajo. ¿Otros números? El último informe de Actividad de la UIA analiza datos de abril, los últimos oficiales. En ese mes se destruyero­n 36.593 puestos de trabajo industrial­es, respecto al año anterior. En cambio, crecieron en la construcci­ón. ¿Cuándo se puede esperar que haya una creación de empleo más marcada, que se note?, preguntó este cronista a una alta fuente de Trabajo. “El motor ahora va a ser la construcci­ón. Pero la privada, porque la obra pú-

blica ya está. Ahora es tiempo de los emprendimi­entos privados. Que ya están pidiendo los permisos de obra, arrancando con los proyectos. De acá a fin de año se empezarán a ver”.

Pero las mismas fuentes ponen como objetivo un número aún lejano: para hacer que baje el desempleo, se deben crear más de

50.000 puestos de trabajo por mes. “Y en mayo fueron menos de la mitad”, reconocen los funcionari­os.

El factor último para movilizar el empleo es, claro, la actividad económica. El ministro Nicolás Dujovne ha dicho a sus colegas del Gabinete que en el primer trimestre la economía creció 1% y que por tanto es esperable un crecimient­o del 4% para el año. Esa es la base a la que aspira Jorge Triaca para poder sacudir las estadístic­as. Pero en medio están los costos laborales. Los empresario­s hablan mucho de la reforma

en ese sentido que hizo esta semana Brasil, pese a su crisis política. Un estudio de Abeceb remarcó ayer la diferencia de costo laboral en

tre ambos países: “El diferencia­l asciende al 25% en el sector de maquinaria agrícola, del 35% en el sector automotriz y llega hasta el 50% en el calzado”.

“Tenemos que bajar los costos para poder

empujar el crecimient­o del empleo”, dicen en el máximo nivel del Gobierno. Y es entonces donde la política se mete en medio. Esta semana Margarita Stolbizer, quien acompaña a Sergio Massa en la lista de 1País, dijo: “Se vie

ne una flexibiliz­ación laboral, Macri tiene puesta la camiseta de empresario”.

¿Existe esa flexibiliz­ación? ¿En qué está pensando el Gobierno sobre el tema?

“Veníamos hablando de eso con la CGT y teníamos bastante avanzado el acuerdo”, dicen en los niveles más altos del Ejecutivo. Dos

dirigentes de peso en la CGT negaron sin embargo que existiera tal acuerdo. “Y menos con este ambiente socioeconó­mico”, añadió uno de ellos. Pero la agenda sigue siendo la misma. Lo primero es un “amplio blanqueo” apuntando a los 4,5 millones de trabajador­es que están en negro. “El secreto para poder bajar los costos laborales es que más gente pague”, dicen en el entorno de Jorge Triaca.

El segundo punto es para sostener al anterior: una fuerte fiscalizac­ión. En 2016, Trabajo hizo 150.000 operativos, que terminaron en el blanqueo de 96.000 trabajador­es que no estaban regulariza­dos.

La capacitaci­ón es el tercer eje. Piensan en una agencia entre sindicatos, empresas y Gobierno, que detecte qué tareas se demandan para generar cursos que ayuden a reubicar a desemplead­os. Y en un sistema de pasantías

para jóvenes, “que no sería como el de los 90, que era sólo una forma de pagar menos”. Buscan llevarlo incluso a que alumnos de los dos últimos años de secundaria puedan tener pasantías laborales, un sistema que están copiando de Alemania, dicen los funcionari­os. Pero para los empresario­s el punto central es cuánto se paga por sobre el salario: aportes previsiona­les, obra social, PAMI, ART. El plan del Gobierno es eliminar el tope de los apor

tes, que hoy está en $ 76.000. Los sueldos superiores pagan sólo sobre ese monto. Es la contrapart­ida de que las jubilacion­es tienen tope. “Pero así se hace un sistema regresivo - explican en Trabajo-. Vamos a sacar el tope, lograr más recaudació­n de los salarios más altos, y así bajar la carga a los sueldos más bajos. Será un subsidio cruzado”.

“Todo será gradual, no habrá rebajas de costos laborales inmediatas, el déficit es alto”, aclaran sin embargo. Por eso los funcionari­os piensan en que este paquete debería ir acompañado de una reforma previsiona­l. Por caso, dicen que “el 30% de la gente se jubila con menos de 65 años”. ¿Alguien duda de que se viene un debate sobre la edad jubilatori­a? En el Gobierno también apuntan al costo

del PAMI y las obras sociales. “En ese tema hay mucho para trabajar”, dicen, encendiend­o luces rojas en los gremialist­as, que tienen ahí gran parte de su caja. En cambio dicen que respecto a las ART se avanzó, que ya se bajó 20% el costo de ese seguro. que presionar a las provincias Aunquepara que ahora adhie-hay ran Todosa la ley, estos para planesque el están beneficioe­n permanente­se extienda. discusión en la Casa Rosada. El objetivo era lanzar algunos de estos anuncios antes de las

elecciones de octubre. Pero en el camino se cruzó el conflicto de PepsiCo y el anuncio de la protesta de la CGT. Y todo deberá esperar. Pero sigue allí, no lo dude.

 ??  ?? Violencia. El desalojo de la planta de PepsiCo, el jueves. La discusión también se politizó.
Violencia. El desalojo de la planta de PepsiCo, el jueves. La discusión también se politizó.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina