El prestigioso sociólogo alemán Wolfgang Streeck sostiene que el modelo actual consolida la desigualdad social en el mundo y ataca el orden democrático. “Desde hace 4 decenios el desequilibrio es la normalidad y la crisis golpea al capitalismo”.
Debate en Europa: ¿el capitalismo global amenaza a la democracia?
Un pensador europeo, el sociólogo aleman Wolfgang Streeck (71) sostiene que el capitalismo global se está devorando la democracia y está a la vez en peligro mortal por su mismo éxito en destruir todo lo que se le oponía. Las tesis de Streeck, director del prestigioso Instituto Max Planck de Colonia, con una larga carrera académica en su país y Estados Unidos, ha motivado un intenso debate en los ambientes intelectuales europeos y norteamericanos, alarmados por la inestabilidad y la incertidumbre que los acontecimientos políticos y económicos están causando en este mundo dominado por la presencia en el escenario internacional del presidente Donald Trump.
Streeck traza un cuadro de los cambios de fondo del capitalismo y el desarrollo de nuevas patologías en su último libro: “¿Terminará el capitalismo?”. Tras la Segunda Guerra Mundial, un capitalismo democrático impulsó en los países centrales un desarrollo histórico, con una convivencia entre los intereses ciudadanos y los del capital con un crecimiento in-
clusivo. En los años ‘70 ese desarrollo se debilitó por la inflación global, seguida en los ‘80 y ‘90 por el endeudamiento público y privado. En 2008, la Gran Crisis llegó para quedarse, con el colapso de los mercados financieros. “Desde hace cuatro decenios el desequilibrio es la normalidad y la crisis golpea al capitalismo como orden social”, explica Streeck.
El nuevo modelo se caracteriza por la consolidación de una desigualdad oligárquica “que pone al sistema en conflicto con la democracia”. El régimen de acumulación produce un fenómeno de concentración sin prece
dentes entre los más ricos, cortando toda legitimidad entre los beneficios de los que están arriba en la pirámide y el salario de los pobres, en un contexto de reconstrucción neoliberal y achicamiento del sector público.
Estas ideas de Streeck, “denuncian el conflicto creciente entre la expansión del capitalismo global y la democracia: los mecanismos internos del sistema no comprenden la autolimitación”, comenta Stefania Jiaconis.
El director del Instituto Max Planck teme un escenario económico y social dominado por una guerra de todos contra todos, con el peligro de explosión de burbujas especulativas en una economía estancada. La declinación será acompañada “por una decadencia moral en un mundo caracterizado por una anarquía globalizada”, dice.
La sensación de la crisis provoca un gran sentido de impotencia, ante el peligro de que el futuro de Europa sea una implosión del pacto social que había sido la base de la democracia capitalista. “Para hacer ganar tiempo al capitalismo en crisis y quitar el detonador a los conflictos sociales, se invirtió mucho dinero, me- diante la inflación, el endeudamiento público, la expansión del crédito privado, la compra de deuda de bancos y Estados por parte de los bancos centrales. Pero no se resolvió la fundamental tensión entre capitalismo y democracia, con graves riesgos para el estado democrático”.
Streeck sostiene en su última obra que el capitalismo “está ahora en una condición crítica: el crecimiento ha sido sustitudo por un secular estan- camiento; la desigualdad lleva a más inestabilidad, la confianza en la economía monetaria capitalista se evapora”. El capitalismo acumula debilidades, según el sociólogo, con la crisis mundial que no concluye. En Europa algunos países tendrán que esperar bastante tiempo para alcanzar los niveles de riqueza nacional anteriores al desastre financiero y bancario de 2008. Streek no cree que haya un nuevo orden que se esté preparando para contrastar al capitalismo global. Por delante hay una era de desorden. El profesor es muy crítico de la Unión Europea y del semiliderazgo de la premier alemana Angela Merkel, que impone las políticas de presupuesto y la austeridad a los paises socios.
En un libro firmado por 15 intelectuales de primer nivel en Alemania, el año pasado, entre ellos Streeck, se afirma que “asistimos a una gran regresión. Mientras trabajo, riqueza y estabilidad se reducen peligrosamente en las sociedades occidentales, la retórica de la seguridad toma el lugar de las reivindicaciones de los derechos humanos y civiles, y los principios de cooperación transnacionales son sustituídos por violentos llamados al reforzamiento de la soberanía estatal, como: ¡Hagamos a America Grande Otra Vez!”.