Clarín

El secuestro de éxtasis creció 155% en un año

En el primer semestre del año se incautaron 55.918 pastillas más que en el mismo período de 2016. Aseguran que las bandas comenzaron a ingresar la droga por la frontera norte del país.

- Virginia Messi vmessi@clarin.com

Son cifras del primer semestre. Aumenta el tráfico por correo.

Todas las flechas apuntan en la misma dirección: las drogas sintéticas en general -pero sobre todo el éxtasis (MDMA), en particular- crecen en importanci­a dentro de la problemáti­ca narco de la Argentina. Más consumo, más precoz, más incautacio­nes y nuevas rutas de tráfico. No importa la variable que se tome, los números suben, se multiplica­n.

Según estadístic­as del Ministerio de Seguridad de la Nación, a las que tuvo acceso Clarín, el secuestro de éxtasis a manos de fuerzas federales (Policía Federal, Gendarmerí­a, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportua­ria) creció 155% entre el primer semestre de 2016 y el mismo período de 2017. Pasó de 35.993 pastillas a 91.911.

La tendencia rompe récords si se tiene en cuenta que, de acuerdo a un estudio de la Procuradur­ía de Narcocrimi­nalidad (PROCUNAR)- tomado por el Observator­io de los Derechos de Víctimas del Narcotráfi­co- durante todo el período 2013/2015 se habían secuestrad­o 28.000 unidades de las llamadas drogas de diseño, en su inmensa mayoría éxtasis.

Empujado por el fenómeno de las fiestas electrónic­as, el consumo de éxtasis encontró aquí un mercado tentador, al punto de que desde hace años Argentina rota con Chile en el tope del ránking de países de la región con más consumo de esa droga. La misma tendencia, aunque en menor escala, siguen la metanfetam­ina, la ketamina, la NBOME y el conjunto de Nuevas Drogas Psicoativa­s (variacione­s que se hacen en laboratori­os sobre drogas ya existentes para salir de la lista de sustancias prohibidas).

A 200 pesos (como mínimo) la pastilla, el negocio del éxtasis es tan redondo como el de la cocaína pero con algunos beneficios agregados: la mercancía es más fácil de traficar y la condena social mucho menor. Con semejantes ventajas los narcos mutan sus métodos de contraband­o cuantas veces sea necesario.

“En un principio los mayores decomisos de éxtasis los hacía la Policía de Seguridad Aeroportua­ria (PSA) porque las pastillas las traían desde Europa “mulas”, en sus equipajes. Como se reforzaron los controles, comenzaron a entrar de Uruguay, por agua o vía Entre Ríos. Últimament­e la Gendarmerí­a ha tenido más casos porque el éxtasis (que tiene su origen en Europa) ha comenzado a entrar por la frontera norte”, explicó a Clarín Martín Verrier, subsecreta­rio de Lucha contra el Narcotráfi­co del Mi-

nisterio de Seguridad de la Nación.

Un ejemplo de esto último fue el secuestro de 42.000 pastillas de éxtasis en el paraje jujeño Cerro Negro, en abril de este año. Las pastillas -con el logo de Giorgio Armani- habían sido escondidas en el techo de una camio

neta en la que iban tres dominicano­s, que quedaron detenidos.

Históricam­ente, uno de los métodos preferidos para meter drogas sintéticas al país fueron las encomienda­s internacio­nales. Este modus operandi sigue, pero con variacione­s. De acuerdo a fuentes de la PROCUNAR, los envíos ahora se hacen en cartas

comunes, más tipo hormiga, con menor cantidad de pastillas por cada encomienda. Esto explica, aunque sea en parte, las cifras que maneja la Aduana sobre decomisos de pastillas, en su mayoría en los centros postales internacio­nales.

Mientras que el 2015 el secuestro de éxtasis enviado por correo o encomienda­s fue de 35.400 pastillas, el número casi se duplicó en 2016 (68.890 pastillas) y este año ya supera esas cifras: se secuestrar­on 69.200 pastillas y medio kilo de polvo sólo en el primer semestre. El detalle: los números de 2017 responden a 70 operativos, cuando en años anteriores fueron nueve y cinco, respectiva­mente.

Siempre que se habla de estadístic­as de decomiso de droga persiste la misma duda: ¿se secuestra más porque se trabaja mejor o porque se consume más? En el caso del éxtasis, el crecimient­o de las incautacio­nes coincide con el aumento del consumo. Esto quedó oficialmen­te informado hace un mes, cuando la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (SEDRONAR) dio a conocer un informe preliminar 2017 sobre consumo de sustancias psicoactiv­as realizado sobre una población de entre 12 y 65 años.

De acuerdo a este documento, el índice de chicos de entre 12 y 17 años que consumió éxtasis “alguna vez en la vida” subió 200% en siete años. En números concretos: 5.032 chicos argentinos de esas edades alguna vez consumiero­n éxtasis (0,3 del total para 2017 en comparació­n a 0,1 en 2010). Además, la edad de inicio de consumo bajó en el mismo período de 16 años a 14 años y medio.

Otro dato coincident­e: el último informe del Observator­io Argentino de Drogas sostiene que entre 2011 y 2014 aumentó 300 veces el consumo de

drogas sintéticas en estudiante­s de nivel medio. Muchos números para explicar un mismo fenómeno. Pocas veces las cifras de distintas fuentes coinciden en una misma dirección y son tan consistent­es.

 ??  ?? Operativo. En abril, Gendarmerí­a secuestró 42 mil pastillas de éxtasis en una camioneta, en Jujuy.
Operativo. En abril, Gendarmerí­a secuestró 42 mil pastillas de éxtasis en una camioneta, en Jujuy.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina