Recetas en el aire
A tres años de haber ganado el reality “Masterchef”, la cocinera debutó en Continental (AM 590).
A tres años de haber ganado la primera edición del reality Masterchef (Teléfé), pasó de la tele a la radio: debutó como columnista en Continental (AM 590). El arte de enseñar a cocinar sin ser vista
“Cuando era chiquita escuchábamos por radio música de la colectividad boliviana”.
La paradoja es que no tiene radio en su casa, aunque forma parte del dial. Elba Rodríguez, la ganadora de Masterchef (Telefe), debutó como columnista en Continental. Los sábados (de 9 a 11) en El último de la fila, el ciclo de Edgardo Alfano, aprende el arte de enseñar a cocinar sin ser vista. Cómo preparar un buen hojaldre, secretos de un guiso carrero explosivo, claves para una buena cazuela de mondongo, consejos de cocción de alitas a la broaster. Ella, que hasta fue condecorada por el Presidente de Bolivia, Evo Morales, “por enaltecer la gastronomía del altiplano”, construyó popularidad gracias a la televisión. Ahora tiene que adaptarse a otro formato: la cajita sonora sin imagen.
-¿Es más difícil hablar de cocina en la radio o esa particularidad del medio juega a favor?
-Es una situación rara, pero divertida. En televisión mostraba un plato y mostraba los ingredientes. En radio no pueden verme y, de repente, gesticulo como si me estuvieran viendo, amaso, revuelvo una olla sin querer. Es un lenguaje nuevo para mí, me faltan años, pero me ayuda no haber perdi- do mi esencia.
-¿Cuál es tu esencia?
-La sencillez, la sensibilidad social. Cocino cosas simples, generosas, para que cualquiera pueda hacerlas. Los oyentes me ayudan, me marcan que entro a hablar y no los saludo. Es un lenguaje nuevo para mí. Trato de armarme un mapita con anticipación.
-¿Un mapa?
-Es que ya un día antes me pongo ansiosa. Una cosa es cuando tenés una cámara que registra todas las expre- siones, pero otra cosa es la radio. Entonces me armo un mapa, una estrategia para organizar mis ideas y ser clara al transmitir. Quiero evitar situaciones de confusión.
-Curioso que no escuches radio...
-No tengo radio en casa. Cuando era chica teníamos una radio negrita en la que escuchábamos música de la colectividad boliviana, que tiene que ver con mis raíces.
Tercera de tres hijos de la pareja de bolivianos de Ceferino y Margarita, nació en el mismo hospital que Diego Maradona, el Evita de Lanús. Cursó la primaria en la escuela 77 América Latina, de Lomas de Zamora, y la secundaria en el colegio General Savio, también de Lomas. Cuatro años después se recibió de Licenciada en Enfermería en la Universidad de Lanús. Llegó a ser disertante en la especialidad en Salta, Catamarca y Mar del Plata y hasta a ejercer como auxiliar docente universitaria.
Una tarde vio “por accidente” la publicidad televisiva de Masterchef y quedó hipnotizada. “¿Te vas a meter en cuántas cosas más, Elba?”, la retó su madre. “No recibí mucho estímulo, pero fui igual. El ‘no’ ya lo tenía, así que iba por el sí. Me pidieron un video cocinando, me grabé haciendo canelones rellenos con bolognesa y salsa blanca y lo mandé”, se ríe. “Quedé elegida de entre mas de cinco mil participantes y empezaron las etapas de eliminación”.
Antes de empezado el reality, Rodríguez (26 años), deprimida, se había enterado de la existencia de un pequeño tumor en la cabeza. “Me hicieron una placa y una resonancia y la pasé mal. Se descubrió que es un microadenoma, que no produce daño, pero hay controlarlo”.
-¿Ahora tenés sueños chiquitos o ambiciosos?
-No sabría decir si son chiquitos o no. Ahora mis pensamientos van direccionados a terminar mi casa, para que mi hija tenga su propio techo. Algún día quisiera tener mi restaurante, pero para eso tengo que estar preparada y dedicarle el tiempo necesario que demanda una segunda familia. Por ahora me concentro en la radio, que me salvó.
-¿La radio te salvó, en qué sentido?
-Llegó en un momento justo en que terminó el programa abruptamente de TV ( Cocina sobre ruedas, con Jimena Monteverde y Coco Agost Carreño, por América). Se cerró una puerta y se abrió otra, que es mágica.
-¿Una vez que el golpe de fama y la explosión de trabajo pasaron, fue difícil remontar la situación?
-No. Me mantuve fiel a mí y a mi gente. Hay personas que viven una experiencia así y cambian totalmente. Yo sigo viviendo en mi barrio y con parte del premio (250 mil pesos) invertí en hacer mi casa en el terreno de mis viejos. Empecé la construcción en pleno embarazo y todavía falta. Los vecinos no pueden creer que después de ganar el reality yo continúo siendo la misma. Sé que nunca voy a cambiar.
“Es un lenguaje nuevo para mí, me faltan años, pero me ayuda no haber perdido mi esencia”.