La “familia viajera”: vendieron todo para ir desde Ushuaia a Alaska
Una travesía de 18 mil kilómetros. Es la que hará una pareja de argentinos, junto a su hija de tres años. Decidieron romper los moldes y recorrer las rutas de América.
Los Covassi decidieron romper con los moldes y salir al mundo. Dejaron el sur argentino, donde vivían, para aventurarse en un viaje que los lle
vará hasta Alaska. Sintieron que la rutina no era para ellos. Necesitaban algo más y lo encontraron en la ruta. En el permanente movimiento. En una travesía de 18 mil kilómetros que recién comienza y que les permitirá conocer América toda.
Lucas (26), Brenda (27) y Federica (3) vivían en Ushuaia. Tenían una buena vida. Tranquila y holgada. Con buen pasar económico. Pero hace una año y medio, le dieron un giro a
las cosas, armaron los bolsos, vendieron todo lo que tenían y se convirtieron en una “familia viajera”, como les gusta llamarse a sí mismos.
Desde entonces no pararon. Por un tiempo volvieron a Mendoza, donde se criaron, para planificar el viaje, ultimar detalles, juntar algo de dinero y despedirse de la familia. También llevaron a Federica al médico. Para asegurarse que pudiera realizar tamaño emprendimiento. “El pediatra nos dijo que era la nena perfecta para via
jar”, contó orgulloso Lucas a Clarín. Cuando este diario habló con ellos estaban en Santiago de Chile, en casa de unos amigos. Ya habían recorrido varios miles de kilómetros. Habían pasado por El Calafate, el Glaciar Perito Moreno, El Chaitén, Bariloche, El Bolsón y Esquel. Y en todos los lugares hicieron noche. Luego cruzaron la cordillera y conocieron parte del sur chileno.
“La idea es viajar para conocer la gente y las costumbres de cada lugar. Lejos de lo rutinario. Queríamos cortar con eso de trabajar todo el año y tener sólo 15 días de vacaciones”, dijo Lucas.
“Salimos con un par de bolsos y nos fuimos a dedo solo con eso. En Chile nos compramos una carpa, bolsas de dormir y mochilas de viaje. Así arrancamos. Y todo el mundo que conocíamos nos decía que estábamos locos”, agregó Covassi.
Lucas conoció a Brenda en Mendoza, en la Facultad, cuando los dos estudiaban Gestión de Empresas. Poco después tuvieron a Fede. En el 2015 se mudaron a Ushuaia y allí Lucas co- menzó a trabajar en Montagne, la marca de ropa de montaña. Sin embargo, a pesar de las comodidades, los Covassi no se hallaban. La rutina los
aturdía y dejaron que el espíritu nómade los atrapara.
“Viajar fue siempre nuestro destino. Brenda sabe inglés y los dos tenemos pasaporte Italiano. Cuando descubrimos que hay otra forma de via- jar, muy distinto a lo que ofrecen las empresas de turismo, nos pusimos en marcha”, apuntó Lucas, que en lo que llevan de recorrido, donde conocieron un montón de lugares. Hasta ahora, solo gastaron 15 mil pesos.
“Nos manejamos con una red que se llama coachsurfing (personas de todo el mundo que viajan y prestan sus casas para recibir huéspedes). Pero tenemos la carpa preparada por si queremos hacer noche algún lado que nos guste. Lo bueno de esto es que conocemos un montón de lugares y gente muy interesante”, analizó Cavassi.
Una parte de la travesía la cubrirán con ahorros. Pero para seguir financiando la aventura deberán trabajar temporalmente. O hacer artesanías y venderlas. “Vamos a hacer muñecos tejidos a mano, una técnica que aprendimos viajando. También pulseras de macramé. Vamos a vivir el
día a día, con poco. También vamos a trabajar de lo que salga. La idea es quedarnos una semana en cada lu
gar”, explicó Lucas. Los Covassi planean hacer 18 mil kilómetros hasta llegar a Alaska (Estados Unidos). En el medio, vivirán
un tiempo en el Caribe. “Queremos arena, calor. Estamos hartos del frío (risas). Nos encantaría vivir un tiempo en México”, sueña Lucas.
Brenda y Lucas también creen que esta travesía estimula el desarrollo
intelectual de Fede. “Usamos sistemas alternativos de enseñanza, como la Pedagogía Waldorf. Es increíble ver cómo ella va aprendiendo todo jugando. Es impresionante”.
¿Pero qué pasará con esta familia una vez que lleguen Alaska? “La idea es quizá ir a vivir a Italia. Allí quiero dedicarme a la Permacultura. Es una ciencia que enseña a utilizar los recursos de forma más sustentable. Te permite hacer tu propia casa con materiales no contaminante y en sintonía con la naturaleza”, contó Lucas, para quien Argentina ya quedó en el pasado. “No es nuestro lugar”, dice.
Cuando este crónicas les preguntó si eran más felices. Covassi respondió: “Cuando se vive el día a día, te relajás más y vivís más feliz. Igual hay altibajos, como pasa en todo. Pero, en general, la vida se hace más entretenida”.