Rompan todo
The Break Club
¿Quién no tuvo el sueño de entrar a un cuarto y romper todo lo que está a su alcance? Sentirse Pink y destrozar un departamento como ocurre en el filme The Wall. Con una idea inspirada en los clubes de destrucción de los Estados Unidos, The Break Club es una de las alternativas para liberar tensiones e inyectarle adrenalina a tu vida. Eso sí, con las medidas de seguridad pertinentes: mameluco, guantes, antiparra y casco. “La experiencia puede dividirse en tres etapas. En la primera te recibe un living con sillones donde podés elegir la música que vas a escuchar durante la experiencia y también qué objetos romper, mientras podés tomarte una cerveza”, explica Guido Dodero (33), dueño del lugar.
Si te va el heavy metal, adelante, si pondrías rock, pop, cumbia o música clásica, también. ¿En silencio? ¡Por qué, no! Todo vale a la hora de destruir botellas, monitores y televisores esperan para ser destruidos a batazo limpio. “Después de destrozar todo hay que bajar un poco los niveles de excitación. Para eso hay una zona de relax con luces tenues y un sillón para recapitular la experiencia vivida”.
The Break Club recibe contingentes de amigos para la fecha y se arman grupos mixtos o por género. “Han venido hasta 30 personas juntas. Eso sí, a la sala entran de a tres o cuatro personas. Podés romper todo, incluso si rompés el bate te lo llevás de recuerdo”, agrega guido.
¿Precios? Depende de la cantidad de objetos que rompas. El promedio es de $400 por persona y la experiencia dura una hora.