De Eva Perón a la estepa rusa
El Cervantes presenta dos sólidas obras de Copi en un mismo espectáculo dirigido por Marcial Di Fonzo Bo.
El homosexual o la dificultad de expresarse / Eva Perón De: Copi Dirige: Marcial di Fonzo Bo. Actúan: Carlos Defeo, Benjamín Vicuña, Juan Gil Navarro, Rosario Varela, entre otros Teatro: Cervantes
Esta temporada el Cervantes le otorga centralidad en su programación a la figura de Copi y coprodujo con la Comedie de Caen, de Normandía, El homosexual o la dificultad de expre
sarse y Eva Perón. Se trata de un espectáculo con dos puestas dirigidas por Marcial Di Fonzo Bo. Cada una elabora una línea autónoma y se repiten actores. Nadie es profeta en su tierra, pero con estos textos que hoy retornan hubo un olvido considerado. Pese a esto, el autor no es novedad en el Cervantes, bajo la anterior dirección artística de Rubens Correa se montó Cachafaz.
En este caso, las puestas de Di Fonzo Bo contextualizan al autor y la obra. En el intervalo el transformista Gustavo Liza genera una didáctica a modo de exposición, que resulta lo menos interesante del espectáculo, por el tono y la forma elegida para traficar cierta información a la platea.
Copi da cuenta, además, de una diáspora técnica de artistas argentinos que, por elección propia, llegaron a Francia en la década del sesenta: Jorge Lavelli, el Grupo TSE, Alfredo Arias, Marilú Marini, entre otros. Extranjeros en su propia lengua, siempre entre el francés y el castellano, fueron generadores de formas híbridas que todavía irradian fuerza poética. De algún modo, interrogan en ca- da aparición al teatro de su época.
Es el caso de Eva Perón, obra que se mete con la mitología más dura del peronismo y sus remanentes a través de la muerte, la distorsión y la locura que genera el poder. Escrita a fines de los sesenta, podría dialogar con Esa mujer, de Rodolfo Walsh; incluso hasta desdembocar en Cadáveres, el texto de Néstor Perlongher. Eva
Perón, dice Copi, es la escritura del cáncer. Ese gesto, además de violento, plantea una mirada sobre la representación y la escena muy explotada. Perón (Rodolfo de Souza) comienza con una migraña brutal, sostenida, y Eva (Benjamín Vicuña) está desatada probándose vestidos, esperando la muerte junto a su ayudante, Ibiza (Juan Gil Navarro). Ella, además, es acosada por su madre (un brillante Carlos Defeo) que le reclama las cajas fuertes en el exterior.
El trabajo de Vicuña es notable en escena y genera un signo revulsivo: nada menos que un chileno entra en la forma de esta Eva Perón. Por otro lado, para Copi el peronismo podría ser el gesto de prestigitación que truca la época una y otra vez hasta degenerarla. Está tan corrida de eje la obra que la forma elegida por Di Fonzo Bo, cerca de un realismo detonado, potencia el origen del texto.
El homosexual... tiene otro tono, más crudo y volado a la vez: travestis en la estepa rusa se disputan a una hija (Rosario Varela). Aquí también los roles femeninos están a cargo de hombres. En el libro Habla Copi, Jorge Lavelli, que la dirigió en 1970, cuenta que en esta obra “los dos polos de la sensualidad, la atracción física y la repulsión, serían complementarios”. Esa ambivalencia, inclasificable, es la forma más contundente desde la cual convoca el Cervantes para esta experiencia basada en Copi.