Gente en situación de calle: amplia diferencia entre el Gobierno y un censo no oficial
Los resultados de un relevamiento dan un número mayor al del Ejecutivo porteño. Dicen que se “invisibliza el problema”. La Ciudad responde que incluyen casos que no corresponden.
Los que viven en la calle parecen invisibles para la mayoría de la gente. Tanto, que a la hora de contarlos surgen enormes divergencias. El Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad, la Defensoría del Pueblo porteña, la Auditoría General y 50 organi- zaciones sociales revelaron ayer los resultados del 1° Censo Popular de Personas en Situación de Calle, según el cual hay 4.374 hombres, mujeres y trans que duermen en el espacio público. Cuadriplica a los 1.066 del censo del Gobierno porteño. El censo de las organizaciones sociales se hizo del 8 al 15 de mayo, con 431 colaboradores repartidos en 48 equipos. Recorrieron barrio por barrio por la mañana, a la tarde y a la noche. Encontraron a 4.394 personas viviendo en la calle, incluyendo a 594 menores. El 52% aceptó responder una encuesta. Para evitar contar dos veces a la misma persona, se cotejaron los nombres y las fechas de nacimiento. En los casos de quienes no respondieron el cuestionario, sólo se
hizo un registro observacional, incluyendo datos como sexo, edad estimada y ubicación geográfica.
Este censo contabilizó a otras 1.478 personas que usan los paradores y a 20.000 más en riesgo de quedar en
la calle. Para definir esto último se valieron de la ley 3.706, que incluye en esa categoría a los que están en instituciones de las que saldrán en un tiempo determinado, los que tienen sentencia judicial firme de desalojo o quienes habitan en estructuras temporales o asentamientos sin acceso a los servicios. Así se llegó a una cifra total de 25.872 personas sin vivienda o a punto de perderla.
“De las 4.394 personas relevadas, 2.482 contestaron la encuesta y podemos decir con certeza que viven en la calle. Sólo considerándolos a ellos, la diferencia con las cifras oficiales es del 100%”, subrayó Horacio Corti, el Defensor General de la Ciudad, durante la presentación del informe.
¿Por qué tanta diferencia? Según las organizaciones sociales, el Ejecutivo porteño “invisibiliza la problemática”, porque no recorre todos los barrios ni publica sus datos.
Desde la Ciudad afirman que para no contar más de una vez a la misma persona, el censo debe hacerse en el mismo día. Y que hay que diferenciar situaciones puntuales, como a la persona que realmente vive en la calle de la que lo hace mientras cartonea. “Hicimos nuestro censo junto a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y la Asesoría General Tutelar el 11 de abril. De 19 a 3, 7 equipos recorrieron todas las calles. Había una persona de la Defensoría en cada equipo”, contó Guadalupe Tagliaferri, la ministra porteña de Desarrollo Humano y Hábitat.
Por eso llamó la atención que, en la presentación de la cifra disidente, estuviera presente el defensor del pueblo porteño, Alejandro Amor, quien afirmó que la verdadera grieta “es entre los que están adentro y los que están afuera del sistema”.
Según el censo oficial, en abril de 2016 había 866 personas viviendo en la calle y en abril de este año, un 23%
más. “No se llega de un día para el otro a vivir en la calle. El aumento es producto de la realidad económica de los últimos 12 años”, dijo Tagliaferri.
El 23% de los 2.482 encuestados en el censo popular contó que hacía menos de un año que viven en la calle. El 17,5% dijo que llevaba entre uno y 3 años, el 20,1% entre 3 y6, y el 38% más de 6 . El 74,5% eran varones, el 24,5% mujeres y el 1% trans. Además, sólo un 12% de los sin techo son extranjeros. El 10% afirma que terminó en la calle por el consumo de drogas . Los principales motivos, en cambio, son los problemas familiares o socioeconómicos. El 61% piensa que saldría de la calle si tuviera un trabajo y apenas un 5% que lo haría si le dieran un subsidio. Y el 75% de los chicos sin techo siguen yendo a la escuela.
Horacio Avila, que vivió en la calle y creó la ONG de gente en esa situación Proyecto 7, aseguró en la presentación: “No es la ola polar lo que mata a nuestros compañeros, sino la falta de políticas públicas”. w