Cuatro muertos en una masiva huelga general contra Maduro en Venezuela
Fue el primer paro de 24 horas convocado por la oposición. El acatamiento resultó muy alto, incluso en zonas que hasta hace poco dominaba el chavismo. La huelga fue en contra de la reforma de la Constitución que propone Maduro para perpetuarse. Hubo cuatro muertos, tres de ellos baleados durante choques con la Policía. La cumbre del Mercosur en Mendoza criticó al régimen, pero no expulsará al país del bloque.
Por la mañana en las desoladas y desiertas calles de Venezuela sólo se escucharon las temibles y ruidosas tanquetas militares y las bombas lacrimógenas que arremetieron contra varias zonas residenciales donde es activa la protesta. La primera huelga nacional de 24 horas convocada por la oposición tuvo una masiva adhe- sión, pero dejó un saldo de cuatro muertos, tres de ellos jóvenes baleados en choques con la policía en el Estado de Miranda y en Carabobo. La cuarta víctima se produjo en Aragua por un ataque cardíaco cuando recibió el impacto de lleno en su casa de una bomba lacrimógena policial.
Ayer, jueves, fue más que un domingo porque el transporte se sumó al paro cívico y algunos comercios que habían abierto para oponerse a la medida tuvieron que cerrar a las pocas horas por la presión de los vecinos que se encargaron de que su comunidad estuviera paralizada para demostrar el éxito de la protesta. Ciudades centrales como la capital Caracas o Maracaibo, segunda del país, estaban totalmente paradas. Tanto los gremios empresariales como de trabajadores y sindicatos de transporte acordaron oficialmente sumarse a la huelga de 24 horas. Según los datos de la coalición, el promedio de adhesión alcanzó a entre 90 y 100% “pese a as amenazas del régimen de Nicolás Mauro”, dijo Micaela Máspero, titular de la central sindical Unión Nacional de Trabajadores.
A mitad de la tarde, el acosado mandatario calificó la medida de fracaso. En un tono aún peor al acostumbrado, calificó de “terrorista, imbécil” y “muchachito estúpido“al vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, a quien prometió encarcelar. “Sólo estoy esperando la Constituyente”, dijo.
La imagen nacional desmentía las palabras de Maduro. Los jóvenes de la “resistencia” junto a los vecinos de la cuadra asumieron el paro cortando la calle con cuerdas, bolsas de basura y tubos de hierro. No hubo micros ni autos ni vehículos circulando ni taxis, salvo algunos motoristas.
Las muertes de ayer elevaron a casi un centenar las víctimas fatales desde que se inició hace poco más de un trimeste la actual oleada de protestas. En su mayoría, se trata de hombres jóvenes y adolescentes baleadas desde el pecho a la cabeza por las bandas parapoliciales que armó el régimen como grupos de tareas.
Si las cuatro esquinas de cada manzana estaban bloqueadas con piquetes a escala nacional, el país quedó inmóvil y los 30 millones de venezolanos tuvieron que quedarse en casa, aunque en algunas zonas chavistas el paro fue a media máquina. No lo acataron los militantes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela ni los empleados públicos.
En Los Nuevos Teques del estado Miranda, a media hora de Caracas, dos tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana arremetieron contra las residencias de la urbanización y en los choques hirieron a dos personas, entre ellas, a la conserje de un edificio. También los blindados militares rompieron la verja del conjunto residencial Los Verdes en El Paraíso en Caracas y atacaron a los vecinos.
Al oeste de Caracas, las zonas que antes eran chavistas ahora son atacadas por la Guardia Nacional (la policía militar) y los parapoliciales. Más al sur de Venezuela, en Puerto Ordaz, estado Bolívar, la policía lanzó bombas lacrimógenas. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, había advertido que temía “un baño de sangre” si Maduro insistía en su proyecto de perpetuación.
Guevara escribió en su twitter que “ya se van a cumplir 4 horas de un paro exitoso! Las calles no parecen ni domingo. Venezuela en protesta y el transporte también con Venezuela!”. Por su lado el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, aseguró que la constituyente de Maduro terminará por dividir en pedazos a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Asimismo, el dirigente opositor insistió en que, si el gobierno logra materializar la Constituyente, seguirá la anarquía y se terminará de profundizar la crisis. “Si alguien del gobierno tiene sensatez, que saque cuenta. Las reservas internacionales son las más bajas en 21 años. El Gobierno dice que no caerá en default, porque supuestamente pagará todas las deudas”.
En su opinión, lo preocupante es que el ingreso petrolero no sube y además hay recorte de la producción. “Este gobierno destruyó la producción nacional; no hay comida y no
hay medicinas. La cuenta que deben sacar es parar la Constituyente, que se restablezca el orden constitucional, que los venezolanos puedan concurrir libremente a unas elecciones para decidir del rumbo de este país”. Indicó que el país tiene todo el potencial para salir de la crisis económica y social una vez se establezca un modelo económico de desarrollo.
“Tenemos la capacidad de levantar el país muy rápido si no se da la Constituyente. Este es un país que tiene muchos recursos naturales. Si rescatamos el valor del trabajo, generamos empleo y rescatamos el significado del esfuerzo lograremos salir adelante. Ante esto, hay tiempo para que cancele la Constituyente”.
Mientras las fuerzas de seguridad atacaban a los huelguistas, la primera dama Cilia Flores habló por la estatal Venezolana de Televisión diciendo que con la Constituyente “el presidente Maduro podrá seguir gobernando”.
En el mismo tono, Nicolás Maduro declaró en un acto de campaña contra el diputado opositor Freddy Guevara: “Este muchacho estúpido ya tiene su celda lista. Estoy esperando a la Constituyente. Terrorista imbécil”. También anunció para este viernes una jornada extraordinaria para sacar un llamado “carnet de la patria” desde el viernes 21 al domingo 23 de julio, una especie de DNI electrónico para regular las compras de alimentos, de aseo y medicinas.
Según Saverio Vivas, líder local del barrio de Catia, antiguo bastión chavista al oeste de Caracas, los catienses prefirieron quedarse en sus casas durante el paro de ayer para no provocar a los paramilitares armados - “los colectivos”- y a los militantes del partido oficialista.