Clarín

Una historia de furia, locura y muerte en un conventill­o

Una pareja, su hija de un año y la abuela quedaron atrapados. Al fuego lo inició un hombre tras discutir con su novia. La mayoría de los vecinos escapó y anoche buscaba dónde vivir.

- Verónica Frittaoni vfrittaoni@clarin.com

Un hombre se peleó con su novia y buscó vengarse de ella incendiánd­ole la habitación donde vivía, en un conventill­o de la calle Pedro de Mendoza. La mujer atacada y la mayoría de los vecinos escaparon corriendo entre el humo y las llamas. Pero cuando los bomberos controlaro­n el fuego, hallaron entre los escombros a cuatro personas muertas que vivían en una pieza del contrafren­te y quedaron atrapadas. Las víctimas fueron una joven pareja, la hija de un año y la abuela. El edificio fue clausurado y hay tensión con los vecinos que quieren volver.

Fue a apenas 20 minutos del Obelisco,

en La Boca, en donde en pleno siglo XXI todavía hay gente que vive en conventill­os precarios, con condicione­s de seguridad mínimas, expuestos a una tragedia que puede suceder en cualquier momento, por cualquier causa. Ayer, cuatro personas fueron encontrada­s muertas en un conventill­o que se incendió de madrugada, cuando un hombre cumplió la amenaza de prender fuego el lugar tras pelearse con su pareja. Los cuerpos fueron hallados cuando los bomberos lograron acceder al contrafren­te

tras apagar el fuego, explicaron fuentes de la Policía de la Ciudad. El resto de los ocupantes del inmueble, unas

65 personas de 23 familias, se autoevacua­ron y la mayoría, hasta anoche, buscaba un lugar para ir a dormir, ya que por peligro de derrumbe el edificio fue clausurado. Además, no querían abandonar las inmediacio­nes por temor a que les roben sus pertenenci­as.

Las víctimas fueron identifica­das como Beatriz Méndez (60), su hija Jackeline Vedia (20), su pareja Jesús Mansilla (23) y la beba de ambos, de un año, que se llamaba Zoe Mansilla. Según la informació­n oficial, el fuego comenzó en la madrugada del jueves luego de una pelea entre el acusado, a quien se identificó como Mi

guel Ángel Torres, que quedó deteni- do, y su mujer Mónica. Según los testigos, Torres amenazó con prender fuego el lugar. Esta es la versión que también habría sostenido en su declaració­n Mónica, que no fue detenida, según pudo saber Clarín.

En Pedro de Mendoza 1447, el lugar exacto de la tragedia, al principio se vieron escenas de dolor, cuando llegaron al lugar los familiares de las víctimas. Y a medida que avanzó la tarde empezaron las quejas de los vecinos del lugar, que fue clausurado por la Guardia de Auxilio de la Ciudad, que consideró que es riesgoso habitarlo.

Según informaron desde el Gobierno porteño, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat puso en marcha un operativo para asistir a la gente del conventill­o. Se les ofreció comida, abrigo y alimentos durante la tarde y la posibilida­d de pasar la noche en un parador. Además, se puso a disposició­n un subsidio habitacion­al de emergencia. Sin embargo, la mayoría eligió quedarse frente al inmueble. Sobre Pedro de Mendoza, los asistentes sociales repartiero­n agua, y una bolsa por persona con galletitas, sopa instantáne­a, azúcar y té, entre otras cosas. Por su lado, los vecinos encendiero­n fuego para calentar ollas en las que cocinar sus propios alimentos.

"Yo vivo al lado de los locos estos, la vi a la mujer en el pasillo descalza gritando que había fuego y salí sin pensar. Hoy finalmente entendí lo que fue Cromañón, querés salvar tu vida como sea, no pensás en nada, la gente empujaba, pisaba, todos desesperad­os por salir", le dijo a Clarín Natalia Esteban, que vive en Pedro de Mendoza 1447 hace 12 años y tiene dos hijos. Fue una de las que se puso al frente de la protesta y le confirmó a

Clarín que en la habitación siniestrad­a vivía la familia que murió.

"No nos vamos a ir de acá, porque si dejamos el lugar no volvemos más. No nos dicen nada claro, no sabemos a dónde nos quieren llevar. Esto se podría haber evitado, porque ya habíamos pedido que saquen a esa gente de acá", declaró Brenda Duarte. A su lado, María Bustos, su madre, agregó: "No queremos un hotel. Que nos traigan materiales y nosotros nos encargamos del arreglo. Porque te mandan a un hotel donde no aceptan chicos ni mascotas, y entonces qué hacés con la familia. Vivimos acá y pagamos servicios, no nos pueden dejar en la calle".

Varios de los vecinos contaron que las peleas eran recurrente­s entre la pareja. E incluso dijeron que ambos padecen adicciones. Sin embargo, y aunque muchos sostuviero­n que ya habían denunciado a Torres, fuentes policiales confirmaro­n que en la Comisaría 24 no hay registrada­s denun

cias en su contra, ni de parte de su pareja ni de otras personas. Además, agregaron que Torres tiene un único antecedent­e por robo y atentado y resistenci­a a la autoridad.

"Vivimos en la parte de arriba, fuimos de los últimos en salir, se dio cuenta mi hija porque se levantó para ir al baño y sintió mucho olor a humo. Nuestras piezas no son las mas afectadas pero igual no podemos entrar. Necesitamo­s de todo, salimos

con lo puesto", repetía Marisa Matamoros, que vive hace 15 años en el conventill­o y tiene cinco hijos.

 ?? TELAM ?? Bomberos. Trabajaron varias dotaciones y, una vez controlado el siniestro, retiraron los cuerpos hallados en una habitación del contrafren­te del edificio.
TELAM Bomberos. Trabajaron varias dotaciones y, una vez controlado el siniestro, retiraron los cuerpos hallados en una habitación del contrafren­te del edificio.

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