La forma de vida del 1900 que perdura hasta hoy
Los conventillos están construidos con madera y chapa y el peligro de incendio es constante.
Los conventillos nacieron entre fines del siglo XIX e inicios del XX, para albergar a la ola inmigratoria. En 1919 había 2.470 con 148.393 habitantes. Hoy no se sabe cuántos quedan. Hace nueve años los Bomberos Voluntarios de La Boca contaron 346, aunque en los últimos seis años ardieron al menos siete y otros fueron demolidos. Los que permanecen están detenidos en el tiempo y el fuego es su peor enemigo, porque están construidos con madera y chapa y muchos tienen una instalación eléctrica obsoleta.
A pesar del peligro, sus habitantes se resisten a dejarlos. "Viven en conventillos porque no tienen muchas alternativas y no quieren perder lo que tienen. Incluso no denuncian los problemas estructurales porque temen que los desalojen. Pero también ocurre que la gente está muy arraigada a sus viviendas, a su manzana, al barrio. Muchos están ahí de toda la vida. Y la mayor parte tiene algún grado de vulnerabilidad social", explica Germán Onco, secretario general del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad.
En Almirante Brown 1250, hay una oficina de la Asesoría Tutelar donde suelen asistir a los vecinos de los inquilinatos. Generalmente las consultas son por desalojos, derrumbes, in- cendios o situaciones de violencia.
El Instituto de la Vivienda de la Ciudad tiene 14 conventillos a su cargo y se ocupa de su mantenimiento. Sólo en ellos viven 150 familias.
Después de octubre, la Asesoría planea hacer un relevamiento de conventillos. En 2015, ya hizo uno en 50 inmuebles donde, además, junto a los Bomberos Voluntarios y la Corporación Buenos Aires Sur entregaron matafuegos y reemplazaron los viejos tapones de electricidad por llaves térmicas. "En la mitad de esos conventillos nos refirieron que habían sufrido algún incendio o incidente - cuenta Onco-. Relevamos a 600 personas. El 27% eran niños y la mayoría de los adultos tenía de 25 a 30 años. El 30% tenía un plan social y el 70% trabajaba en changas o en un empleo formal. El 25% era propietario, un 21% ocupaba la vivienda ilegalmente y un 10% la tenía en préstamo".
Según detalla Onco, el 42% de las familias alquilaba. "Hoy alquilar una pieza en un conventillo cuesta entre $ 2.000 o $ 5.000, según el espacio o si tiene o no baño -precisa el funcionario judicial-. Los precios son altos porque hay muchos inmuebles ocupados, donde los alquileres son informales y no hace falta garantía".
"No nos vamos a ir de acá, porque si dejamos el lugar no volvemos más.Esto se podría haber evitado, porque ya habíamos pedido que saquen a esa gente de acá" Brenda Duarte Vive en el lugar desde 2001 Hoy finalmente entendí lo que fue Cromañón, querés salvar tu vida como sea, no pensás en nada, la gente empujaba, todos desesperados”. Natalia Esteban Vive hace 12 años en el lugar