Clarín

Jugada política de De Vido ante el juicio por Once: pide un jurado popular

Ante el Tribunal Oral Federal 4, el ex ministro se quejó porque será juzgado por pruebas recogidas en un expediente del que no fue parte. Los jurados populares no existen en el fuero federal.

- Claudio Savoia csavoia@clarin.com

Presentó un escrito ante el Tribunal Federal que lo juzgará por la tragedia ferroviari­a que dejó 52 muertos. Allí advirtió que las pruebas en su contra fueron recogidas durante el proceso anterior, que no lo tenía como imputado. Y reclamó ser juzgado en un juicio por jurados, por razones de “transpa- rencia”. Es una maniobra para dilatar la causa: ese sistema no rige para casos del fuero federal, donde se tramita el caso en su contra.

Como del dios Jano de la mitología romana, el ex ministro Julio De Vido presentó ayer ante el Tribunal Oral Federal (TOF), que lo juzgará por su responsabi­lidad en la masacre ferro- viaria de Once, un escrito con dos caras opuestas. En la primera, con un argumento técnico sólido y atendible, su abogado Adrián Maloney advierte que De Vido comenzará a ser juzgado a causa de pruebas y conclusion­es obtenidas en el primer juicio por la tragedia, del cual él no fue par- te. En lenguaje jurídico, quiere decir que no pudo controlar ni discutir esas pruebas. La otra cara de Jano es totalmente política, y pone al ex ministro -y a su abogado- al borde del ridículo: pidió que lo juzgue “un tribunal independie­nte e imparcial”, y para eso reclama un jurado popular.

Maloney sabe perfectame­nte que el Código de Procedimie­nto Penal de la Nación no contempla el juicio por

jurados integrados por ciudadanos, que pese a estar indicados en la Constituci­ón Nacional hasta ahora sólo funcionan en las provincias de Córdoba, Neuquén, y, desde hace tres años en Buenos Aires, sólo para algunos delitos.

“Queremos que se conozca que hasta el momento nuestro cliente no ha tenido la oportunida­d de tener un proceso regular y respetuoso de los derechos que asisten a cualquier ciudadano que enfrenta un juicio penal de estas caracterís­ticas”, advirtió Maloney. “Hemos explicado que fue elevado a juicio como consecuenc­ia de acusacione­s que habían sido construida­s en el juicio anterior –en el que no participó- y que le fueron trasladada­s en forma automática. Denunciamo­s que una inédita instrucció­n express desconoció cada una de las etapas necesarias de un proceso penal: nunca fueron analizadas sus presentaci­ones, ni evaluados sus argumentos, y le fueron sistemátic­amente denegadas todas las medidas de prueba que solicitó. En suma, llega a esta instancia sin haberse podido defender y sin contar con garantías de poder hacerlo en el juicio oral que se pretende llevar adelante si se continúa en estas condicione­s”. concluyó.

El defensor de Julio De Vido entregó su escrito ante el TOF 4, como parte del trámite procesal de presenta- ción de pruebas previo a la fijación de una fecha de inicio para el comienzo de las audiencias. En su contragolp­e, exigió “subsanar las graves irregulari­dades de la causa, como condición previa de la validez de cualquiera de las decisiones que vayan a adoptarse”.

Esa velada amenaza funciona como bisagra para la segunda parte del planteo de De Vido, en el que propone solucionar las sospechas y prevencion­es para “contar con un juicio justo, libre de presiones o sospechas políticas, que finalice con una sentencia dictada por un tribunal independie­nte e imparcial”, el reclamo a los jueces del tribunal para que evalúen “que el juicio sea llevado adelante con la intervenci­ón de jurados ciudadanos”. El pedido será rechazado por improceden­te.

De Vido y su abogado apelan a la Constituci­ón, que en los artículos 24, 75-12 y 118 prescriben los juicios por jurados como herramient­a judicial de la república. Pero -como muchas otras indicacion­es constituci­onales, incluso algunas incorporad­as en la

De Vido exige “un tribunal independie­nte e imparcial”. Según él, no lo sería el TOF que lo juzgará

Viene de la página 4 reforma de 1994- aún no son operativas, más allá de la convenienc­ia de que comenzar a discutirlo. En los hechos, la jugada de De Vido es un nuevo intento por retrasar el comienzo del juicio.

Pero Maloney insiste en que “la importanci­a de este caso impone la necesidad de que la sentencia sea dictada por un tribunal que no se vea sometido al inédito nivel de presiones que los poderes Ejecutivo y Legislativ­o vienen ejerciendo sobre el Judicial, garantizan­do a todas las partes una sentencia libre de sospechas vinculadas con las necesidade­s coyuntural­es de un gobierno; un tribunal que decida únicamente sobre la base de la prueba que examine durante las audiencias.” Política pura.

Respecto a la previsible respuesta a su pedido respecto a la constituci­ón de un jurado popular, el abogado sugiere que “las particular­idades de su implementa­ción pueden ser resueltas mediante la celebració­n de una audiencia”. A través de Maloney, el diputado nacional kirchneris­ta -cuyo destino bajo esa condición también se discute en el Congreso- sostiene que un juicio por jurados sería el único “que garantice una respuesta institucio­nal adecuada, en un contexto tan enrarecido y tan sensible al aprovecham­iento político como el de la actual campaña electoral”.

En septiembre pasado, De Vido fue acusado por el juez Claudio Bonadio como responsabl­e de una “administra­ción fraudulent­a” -respecto a los subsidios a las empresas de trenes- y estrago culposo”. Desde entonces, el ex ministro intentó evitar y demorar el inicio de las audiencias, que aún no tiene fecha. Ayer volvió a caminar ese sendero.

 ?? DAVID FERNÁNDEZ. ?? Multiacusa­do. El ex ministro Julio De Vido, esta semana en Diputados. Ante la inminencia de su juicio oral por la tragedia de Once, pidió un jurado popular.
DAVID FERNÁNDEZ. Multiacusa­do. El ex ministro Julio De Vido, esta semana en Diputados. Ante la inminencia de su juicio oral por la tragedia de Once, pidió un jurado popular.

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