Brasil sube un impuesto clave y complica al gobierno
La cumbre del Mercosur en la capital mendocina le dio un respiro aparente al presidente Michel Temer. Ese aliento se diluyó en cuanto los periodistas comenzaron a preguntarle sobre el aumento del impuesto a los combustibles decidido el jueves último, algunas horas antes de su aterrizaje en la Argentina. Esa medida implica un ajuste de 17 centavos de dólar por litro de nafta, lo que puede llevar el precio del insumo casi a un dólar y medio para el consumidor. La reacción, en Brasil, contra esta resolución fue instantánea. La criticaron desde los empresarios de la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP) hasta los dueños de las estaciones de servicio. Unos afirman que esto tendrá un fuerte impacto para la población, que deberá cargar con la suba de alimentos esenciales. Los expendedores advierten que no quieren cargar con la figura del “villano de la película”.
El jueves, al llegar a Mendoza, Temer aseguró que la población iba a “entender” la necesidad del aumento, adoptado según dijo para disminuir el déficit fiscal de este año. Pero el viernes temprano la Fiesp colocó un gigante pato amarillo en las puertas de la entidad, sobre la avenida Paulista. Es el símbolo que usaron durante todo el proceso que condujo a la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff. Y su significado es obvio: serían los dueños de fábricas los que “pagarían el pato” de las medidas.
Temer sin embargo insistió en su tesis: “La gente va a comprender porque este es un gobierno que no miente; no da informaciones falsas. Es un gobierno que quiere mantener el criterio de responsabilidad fiscal”. Algunos periodistas preguntaron si ese aumento del tributo sobre naftas y gasoil no implicaría frenar la recuperación económica prometida para el segundo semestre. A esto, el jefe del Planalto replicó: “Al contrario. Es esta responsabilidad fiscal lo que importa para mantener el crecimiento. Era preciso entonces establecer este aumento para mantener las condiciones que garantizan el crecimiento”.
Esa “comprensión” parece haberse ya desvanecido. En las estaciones de servicio se pondrán fajas negras en señal de “luto” por el reajuste impositivo, según reveló el diario O Globo. Todo esto ocurre a 11 días de que Diputados vote si acepta o no que Temer sea investigado por las denuncias de corrupción que formuló el procurador Rodrigo Janot.