Ahora también se quedan los vehículos para desguazarlos
Hay bandas que revenden sus piezas. Otras las usan para hacer ómnibus mellizos.
Quienes conocen el mundo de la piratería del asfalto saben que a las bandas el camión no les inte
resa. Pero esa tendencia cambió: el desguace para la comercialización de autopartes o la venta de vehículos truchos completó el círculo del “negocio” de robar mercaderías en tránsito.
“Los camiones suelen aparecer abandonados o, mientras tienen cautivo al chofer, le avisan dónde lo van a dejar. Pero aparecieron quienes se los quedan, los venden
como autopartes o generan negocios alrededor de eso. Es algo que se viene repitiendo”, explicó Gabriel Iezzi, de la Mesa Interempresarial de Piratería del Asfalto.
La semana pasada, después de una investigación de varios meses, la fiscalía especializada de Lomas de Zamora desbarató una banda que se dedicaba a robar camiones para convertirlos en micros y venderlos en el mercado legal para encubrir el delito.
Un hombre conocido como “Mentirita” lideraba una organización que compraba micros o colectivos abandonados y usaba piezas de los camiones robados para reconvertirlos, usar los papeles y revenderlos como si nunca hubieran sido robados. Realizaron más de 20 allanamientos para desba-
ratar esa banda y detuvieron a cinco personas en Lomas de Zamora, Almirante Brown y Florencio Varela. En los operativos encontraron armas, 60 celulares, handys, documentación falsa, más de 100 mil pesos y partes de camiones en un desguazadero .
A Diego Benedetto, el fiscal a cargo de la investigación, esa detención le valió recibir amenazas. “Mi papá tiene 80 años y se encontró con pintadas en la puerta de su negocio para amenazarme. Y al día siguiente le dejaron un muñeco con mi nombre con estampitas de San La Muerte y envuelto en plástico, una amenaza horrible”, relató a Clarín. Es la segunda vez que sufre este tipo de amenazas por avanzar contra esta banda y las vincula a alguna de las personas que hacían negocios con “Mentirita” y sus secuaces. Por las amenazas tuvo que pedir custodia de fuerzas federales.
La banda, con algunos integrantes de la comunidad gitana, en una época descartaba la mercadería que trasladaban los camiones, después empezó a venderla o conservarla pa
ra consumirla, según el expediente. El negocio de las autopartes de camiones fue incorporado por distintas bandas en otras jurisdicciones, según confirmaron investigadores.
Otros camiones a los que apuntan las bandas son los de traslado de combustibles para usarlos con otro fin que aún no han descubierto. Además del botín millonario que implica la nafta, generalmente comercializada en estaciones de servicio clandestinas, ahora buscan esos camiones tanque para venderlos y usarlos para el traslado de otros elementos en el mercado ilegal.