“Soy de la clase media, en la que siempre se cagan”

Soy una humana de clase media. ¡Como lo escuchan! Nacida de personas laburantes con hambre de

crecimiento. Se me inculcó eso de que si estudias, si trabajás, si en la vida te esforzás… se puede.

Se puede llegar a la casa, al autito, a una buena educación para los hijos y si te esforzás un poco más, la casita quinta es un premio. Un viaje, un gusto que te das por ser tan ahorrativa y, un empujoncito todavía más fuerte, trae la posibilidad de soltar el bolsillo y bancarte a un hijo en el exterior perfeccionándose en lo que se le dé la real gana, simplemente porque los padres se están cagando del esfuerzo.

Ahora, bien… ¿qué pasó con todo eso? ¿ Por qué somos una especie en extinción? La pregunta va dirigida al aire y a modo de reflexión, porque está más que claro que los políticos en este país se cagan de risa de nosotros. No tengo la culpa de que en una tierra donde escupís y aflora el maíz, gran parte del pueblo se encuentra en estado de alerta económica. No debería ser así.

Ellos, los políticos, son los culpables y tendrían que arreglar esto porque...A ver, estoy trabajando en lo mío y la pobreza, digamos, la padezco de otro modo, al exponer a mis seres queridos nada más y nada menos que todos los días cuando salen a la calle. Porque a los que matan todos los días es a uno de nosotros, los laburantes.

Esto nos convierte en víctimas de clase media y también en celofán que casi nadie ve. Entonces este desastre es un asunto de ellos digo, de los que ponen y sacan leyes, de los que las aplican y los

que, supuestamente deberían protegernos.

Pagamos y pagamos y pagamos. Al gobernante su sueldo. Al que nos mató su defensa. A la familia del asesino planes para que no trabajen y, pueda educar tomando mate a un nuevo homicida. Pagamos como un acto reflejo, vamos como corderos porque nos enseñaron a no tener deudas.

Somos los trabajadores y consumidores. Somos los que pagamos impuestos, multas, nuestras jubilaciones que son míseras. Pagamos estudio y salud para que nos traten como cerdos de chiqueros abandonados.

Somos la clase media; la que genera, la educada con conciencia de que la dignidad está en el trabajo, en el es- fuerzo. Somos el eje de un país que avanza. Sin nosotros no pueden y lo

saben. ¿Por qué nos exterminan como cucarachas? ¿Por qué no nos respetan? No tenemos salida señores, no la vemos. Ilumínennos. Somos los que estamos escuchando, pero… no vengan con mentiras porque también somos los que pensamos.

Nosotros, de última la mayoría hijos de inmigrantes, tenemos doble ciudadanía y siempre podemos emigrar como lo hicieron nuestros padres. Pero ustedes, ¿qué van a hacer? ¿Qué van a hacer sin personas con nuestra mentalidad? ¿Qué van a hacer sin nuestros hijos preparados

para ocupar su lugar? Somos los médicos, los abogados, los ingenieros, los arquitectos, las enfermeras, los que tienen las pymes que tanto golpearon. Somos ustedes, los gobernantes, pero sin corromper. Somos un futuro claro y simple. Somos lo bueno que vendrá y los viejos, que aconsejan bien. Somos los que tenemos olor a pan en las casas y los buenos días, para recibir. Somos mucho más, de lo que merecen. Somos demasiado para un país que no hace nada más, que maltratarnos. Somos lo que van a necesitar cuando no estemos. El material y la pala que necesitan para que esto funcione y nos están perdiendo por falta de inteligencia, por egoísmo, porque se cagan en el país. Ustedes sabrán, pero les advierto que nos pierden.

Por esto, señores míos, en días nomás voy a dejar de pertenecerles para llevar mi conocimiento, mi trabajo y mi talento a otro lugar donde se me respete, donde mi trabajo cuente y donde sobre todo se rían conmigo y

no de mí. Lo lamento por ustedes… Soy una emigrante argentina y ex clase media de celofán. Jaqueline Rodera jaquirodera@yahoo.com.ar