El Senado llega a un acuerdo para debatir la derogación de la ley de salud de Obama
Para satisfacción del presidente de EE.UU., Donald Trump, el Senado decidió ayer debatir una derogación de la actual ley sanitaria, promovida por el expresidente Barack Obama, después de que los legisladores aprobaran por la mínima comenzar el debate legislativo.
El vicepresidente, Mike Pence, en calidad de presidente de la Cámara alta, deshizo el empate a 50 votos entre demócratas y republicanos a favor de comenzar el debate legislativo, un procedimiento que normalmente no conlleva ningún tipo de discusión. El problema, sin embargo, es que los republicanos no se ponen de acuerdo para elegir uno de los tres proyectos en danza sobre el tema.
Con todo, el voto de ayer era crucial si Trump no quería dar por muerta cualquier posibilidad de cumplir una de sus grandes promesas de campaña: tumbar la ley sanitaria conocida como Obamacare. “Aplaudo al Senado por dar un paso gigante para poner fin a la pesadilla de Obamacare. Como muestra este voto, la inacción no es una opción, y ahora el proceso legislativo puede avanzar como se pretende para producir un proyecto de ley que reduzca los costos y aumente las opciones para todos los estadounidenses”, dijo el presidente Trump en un comunicado.
Aunque los republicanos tienen la mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, no consiguen ponerse de acuerdo sobre cómo derogar y sustituir la estructura actual, especialmente por las divisiones internas entre moderados y ultraconservadores. De hecho, de los 52 senadores republicanos que ahora conforman la Cámara alta, dos, Susan Collins y Lisa Murkowski, se unieron hoy a los 48 demócratas para votar contra la propuesta.
Tuvo especial significado la presencia del senador republicano John McCain, quien fue diagnosticado recientemente con un cáncer cerebral y acudió exclusivamente a Washington para votar la moción. Pese a su delicada condición, McCain votó a fa- vor de comenzar el debate para derogar la ley sanitaria, a pesar de que todas las alternativas a la misma hasta ahora planteadas provocarían que al menos unos 24 millones de personas perdieran su seguro médico en los próximos 10 años.
El veterano senador, quien recibió una ovación cerrada al entrar en el hemiciclo, dijo no obstante que aunque apoyaba comenzar el debate, votaría en contra de la propuesta legislativa tal y como está redactada, sumándose a otra media docena de conservadores que rechazan las opciones planteadas hasta ahora.
El punto es que derogar la ley de Obama implica dejar sin cobertura médica a millones de votantes que viven en muchos Estados representados por los senadores.