Clarín

Cambios de esquema y mucha movilidad, la fórmula de Gallardo para llegar al gol

La partida de Driussi obliga al DT a barajar distintas alternativ­as: ayer, por ejemplo, incluyó cinco volantes.

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Puertas cerradas. Un estadio en el que predomina el violeta y la preocupaci­ón por la extrema seguridad, a tal punto que los organizado­res no dejaron entrar a las cámaras de televisión. En ese contexto, River jugó su primer partido de la pretempora­da que está realizando aquí en la calurosa Orlando. Y Marcelo Gallardo entregó la primera respuesta acerca de por qué piensa que no le faltan delanteros. Para enfrentar a un combinado de titulares y suplentes del Orlando City, el equipo de esta ciudad apeló a un cambio de esquema para el conjunto principal. Con Lucas Alario como único atacante, optó por colocar cuatro volantes para tener llegada. E incluyó a su última incorporac­ión, el mendocino Enzo Pérez, entre ellos.

La lesión (un esguince de rodilla izquierda) que Marcelo Larrondo sufrió el sábado en estas tierras abrió el debate sobre si River tenía que incorporar un delantero. A pesar de que los hinchas lo piden con insistenci­a por las redes sociales, el presidente Rodolfo D’Onofrio aseguró que Gallardo no le pidió otro atacante. El fundamento principal está en que el Muñeco insiste en que no quiere más de dos jugadores por puesto. Y en el ataque cuenta con Alario, Larrondo, Scocco y Auzqui. Sí, el entrenador cuenta al ex Estudiante­s en la posición de delantero.

El debate se profundizó ayer cuando, por la mañana, se conoció que Ignacio Scocco arrastraba un dolor en la espalda y que su presencia en el partido estaba en riesgo. Sin embargo, el ex Newell’s jugó y lo hizo para los suplentes. Es decir que Gallardo prefirió probar con otro esquema. Y contrariam­ente a lo que se conjeturab­a, no se inclinó por adelantar al Pity Martinez para sumarlo a Alario. El ex Huracán jugó por la banda izquierda como volante. De derecha a izquierda, entonces, se pararon Nacho Fernández, Enzo Pérez, Rojas y el propio Martínez. Todos ellos delante de Leonardo Ponzio, el único me- diocampist­a central, y detrás del únicio punta. Un 4-1-4-1 bien diferente a lo que se presumía.

Pero la fórmula tenía otra receta: la movilidad y los permanente­s cambios posicional­es. Por eso no fue de extrañar que en algún momento River quedara parado con un 4-3-2-1 con Pérez y Rojas al lado de Ponzio y Fernández y Martínez por delante. También en algunos pasajes, el Pity y Nacho intercambi­aron las bandas.

Párrafo aparte para Rojas, quien sabe que tiene chances ciertas de perder su lugar en la mitad de la cancha ante la llegada de Enzo Pérez. Ante ese panorama, el ex hombre de Godoy Cruz se está “matando” en esta pretempora­da como para hacerle bien difícil la decisión al entrenador. Y ayer Gallardo, como si lo hubiera advertido, lo dejó en el equipo y Pérez jugó a su lado.

Como Alario y Scocco juegan prácticame­nte a lo mismo, ¿será ésta la idea para no sentir la ausencia de Driussi? Misión difícil. Es que el Gor

do le daba movilidad, profundida­d y gol al equipo.

Gallardo ya probó con este esquema (4-1-4-1) a principios de 2016 y no funcionó. Pero se sabe que siempre busca innovar. Por ahora es una prueba. ¿Será la definitiva? ¿Jugará con cuatro volantes y un delantero en el Monumental en la vuelta de octavos de final contra Guaraní por la Copa Libertador­es, en dos semanas? Con Gallardo hasta último momento las certezas pueden tornarse mutables.

¿El resultado de ayer? Una anécdota. Pero el gol de los titulares lo hizo Alario. ¿Alcanzará con él solo para no extrañar a Driussi?

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