Chamarra y psicodelia del litoral
El monte entrerriano es un paisaje denso. Entre lomadas y llanuras siempre verdes, su tierra se ve recortada por el sinuoso paso de ríos, arroyos y bañados. El tiempo es lento. La noche profunda se llena de leyendas; la mañana quieta acaricia la modorra del paisano con el canto de chingolos y calandrias.
Fue el poeta paceño Linares Cardozo (Rubén Manuel Martínez Solís, 1920-1996) quien puso en versos y canciones estas historias de espineles, trigales y espinas de ñandubay. Es Pol Nada (Pablo Jacobo), quién hoy rescata del olvido este sentir de soledad y silencio montanaraz, dándole vida hacia el futuro en versiones donde la guitarra chamarrera se siente a gusto con los sonidos digitales y psi-
codélicos que habitan este trabajo de arraigo folclórico y sonidos digitales que bautizó La San Llamarada, 8 canciones de Linares Cardozo.
Así, pasado, presente y futuro de la canción litoraleña están sentados frente al mismo fuego. Repitiendo las mismas preguntas de hablar manso y pausado, silbando melodías sencillas como Los Hermanos Cuestas, buscando convertir el eco de la lejanía del humedal en canción nostálgica.
El efecto se logra de la mano de la voz de Pol, que puede ser aguda como un anzuelo o flotar entre melodías como una canoa en el río quieto. El resultado, un trabajo musical y antropológico a base de chamamés y chamarritas, que marca un cambio en la carrera del artista que hasta aquí venía recorriendo con autenticidad la canción indie pop lo fi, y apunta a completar esta obra hacia el futuro con una segunda entrega que contará con reversiones electrónicas a editarse -nuevamente en sociedad entre los sellos Fértil ( Buenos Aires) y Mamboretá Psico Folk Records (Formosa)- con artistas de estirpe digital como El Remolón, Barda o San Ignacio, entre otros. w