Políticos, jueces y sindicatos llevaron el país al retroceso
Argentina tiene su propio “Triángulo de las Bermudas”. Un triángulo donde todos sus habitantes desaparecemos y somos engullidos al mejor estilo de un agujero negro espacial, donde ni la luz puede salir de él. El triángulo tiene sus vértices en tres grupos básicos: los políticos, los jueces y los sindicalistas.
Entre estos tres grupos se han encargado de llevar a este país a décadas de sucesión continua de decadencia y de mediocridad. Han logrado lo imposible, que un país como el nuestro esté en la lista de los países “fronterizos”, que hayamos perdido grandes avances en educación, salud y seguridad. Todo logro fue borrado en este proceso de ingeniería de la destrucción. La población atrapada en ese triángulo pendula en las elecciones entre votar a corruptos, inútiles o ambos. Gente famosa sin conocimiento devenida en legisladores, porque atraen votos, multiprocesados hablando de la corrupción de otros, debates interminables sobre nuestro pasado sin decisiones claras sobre nuestro futuro.
La incapacidad de proyectarse hacia adelante nos hace hablar de lo más fácil, del pasado, todo el tiempo. Un país que sólo atrapa a los argentinos y espanta a toda inversión extranjera, y sólo aventureros que buscan “hacerse la América” emprenden una expedición a la salvaje realidad de nuestro país. Donde tomar plantas no viola la propiedad privada, “la lucha” de los trabajadores habilita a cortar rutas, quemar y romper todo a su paso, donde los delincuentes acuñan la frase: “Dejemos a la Justicia investigar”, sabiendo que nunca se sabrá la verdad ni habrá justicia.