Investigan a un reconocido abogado de Entre Ríos por abusos a menores
Una nota periodística lo señaló como presunto violador de cientos de chicos. Un fiscal abrió una causa penal.
La denuncia tiene detalles estremecedores, testimonios muy duros y datos que ya forman parte de una investigación de oficio contra el abogado
e historiador Gustavo Rivas, personaje ilustre de Gualeguaychú y ex candidato a gobernador por la Ucedé. Es la tapa de una de las revistas más importantes de Entre Ríos y generó conmoción en esa provincia y un expediente judicial desde el que ayer se ordenó allanar la casa del acusado, el
estudio y una propiedad de su madre. ¿El delito? El presunto abuso sexual y la corrupción de decenas de menores de edad. El resultado de los procedimientos: el secuestro de más de 100 VHS y una gran cantidad de fotos.
“Por lo que veo es más humo que otra cosa. Esto es en un 95% todo
mentira”, dijo ayer al mediodía Rivas, mientras una de sus casas era allanada por la fiscal Martina Cedrés.
La causa se inició por la nota de tapa de la Revista Análisis, dirigida por el periodista Daniel Enz, quien además fue el autor de esa investigación.
“Los cálculos más moderados indican que, por lo menos, Rivas corrompió a más de 2.000 adolescentes de entre 15 y 16 años, entre 1970 y más allá del 2010. Les pasaba videos pornográficos, los masturbaba, les practicaba sexo oral, se hacía penetrar. Nunca nadie lo denunció ante la justicia, por temor al poder que sigue teniendo en la sociedad de Gualeguaychú”, contó el periodista.
En la investigación se detalla que fueron tres los sitios donde se habrían cometido los abusos. Una casa sobre la calle Mitre, a pocos metros de la plaza principal de Gualeguaychú y donde posee su estudio jurídico; la casa materna de Rivas, que queda en las calles Urquiza y 3 de Febrero; y una casa de fin de semana en la localidad de Pueblo Belgrano.
“Disfrutaba esas tardes, mirándose al espejo y engominándose el pelo. Había que ajustar todos los detalles para fotografiar o filmar a sus víctimas. Ya sea en su domicilio particular o bien en la vieja casona de Urquiza al Oes- te, en Gualeguaychú, que ya no es de su propiedad. Ningún pormenor debía quedar al azar: la heladera tenía que estar llena. El proyector de 8 milímetros o el video de VHS -según la época- debía funcionar correctamente y las películas pornográficas compradas en Capital Federal tenían que renovarse cada semana. En esa misma Buenos Aires hacía revelar el material fílmico, para que nadie se entere en Gualeguaychú”, así comienza la nota de tapa de la edición de este jueves de la revista. “Durante los días hábiles, Gustavo Rivas era el abogado brillante, el hombre culto de Gualeguaychú; el docente querido y el notable expositor de los más variados temas de la ciudad. Pero entre viernes y sábado se transformaba. Sus deseos sexuales lo convertían en el hombre más perver- so de la ciudad. El que no tenía problemas en reclutar jóvenes para hacerlos debutar sexualmente con sus 14 o 15 años, a cambio de unos pocos pesos para la salida nocturna posterior. A principios de los ’80, en uno de los tantos encuentros semanales con los adolescentes, les dijo muy suelto de cuerpo: ‘Yo tengo un registro de cada uno de ustedes. Y por casa ya pasaron más de 400’. Ese detalle incluía el nombre completo de cada uno, datos de sus padres, una foto del rostro...”, amplía la investigación periodística.
Según la nota, además de las tres locaciones allanadas, Rivas habría utilizado barcos de su propiedad para concretar más abusos. En 1978 se compró un pequeño crucero, pero luego adquirió uno de mayor porte, con muchísimas comodidades y denominado Frenesí.
En la investigación periodística aparecen el testimonio del padre de una de las presuntas víctimas y hasta el de un médico que habría tratado a varias de ellas. “Algunos de esos jóvenes (que hoy rondan entre los 35 y 45 años) se tuvieron que ir de la ciudad porque no soportaron el asedio irónico de varios de sus compañeros”, indica la nota. Ahora resta ver si estos testigos hablan ante la Justicia.