Clarín

Viaje fotográfic­o al corazón de las novelas que creó Roberto Arlt

Una muestra de Eduardo Grossman evoca el difícil mundo de un autor clave de la literatura nacional.

- Ezequiel Viéitez evieitez@clarin.com

En su tiempo, muchos hombres de letras le dedicaron a Roberlto Arlt adjetivos como “desprolijo” e “inculto”. Su prosa estaba más cerca de lo popular que del preciosism­o y no evitaba el lunfardo. Aunque era preciso y potente, lo cuestionab­an. Sin embargo, años después de su muerte, los escritores argentinos más consagrado­s -junto con los lectores- lo elevaron al nivel de autor fundamenta­l. Ricardo Piglia señaló, incluso, que fue Arlt quien inauguró la “novela argentina

moderna”, al quebrar los lenguajes narrativos propios de su época. El miércoles se cumplieron 75 años de su muerte y, para celebrarlo, una muestra de fotografía­s de Eduardo Grossman lo evoca.

“El juguete rabioso, una de sus grandes novelas, fue para mí una lectura inicial. Siempre me convocó esa ciudad oscura en sus textos y esos personajes destinados al fracaso”, dice el artista, que también trabajó en el periodismo gráfico -fue fotógrafo y editor en Clarín durante 18 años- y en publicidad. Grossman acaba de inaugurar la exposición en la Biblioteca Ricardo Güiraldes. Allí se ven doce fotos que retratan sueños y delirios tomados de los relatos del autor, realizados en escenarios de la Ciudad que recuperan aquella Buenos Aires en decadencia en la que vivió y escribió el escritor, particular­mente en la década del ‘30.

Como base para la serie de imágenes, Grossman estudió las novelas El juguete rabioso, Los siete locos, Los lanzallama­s y El amor brujo. “Fue un trabajo sobre los textos. Después de unas cuantas lecturas, esto derivó en una interpreta­ción de los sueños de los personajes de las novelas; busqué representa­r las fantasías de los protagonis­tas que dibuja Arlt”, explica el reconocido fotógrafo.

Si bien las imágenes se tomaron en 1999, en el marco de una serie más amplia que se vio en el Centro Cultural Recoleta, las doce que se exhiben ahora en la biblioteca porteña perma-

necieron inéditas. Cada foto está acompañada con un extracto de alguna de las obras a la que hace referencia.

“Para tomarlas, llevé adelante un concepto de ilustració­n, una cosa atípica en mi trabajo autoral. Se hizo una producción al estilo cinematogr­áfico: se buscaron locaciones y hu

bo un casting con actores para cada imagen”, explica el fotógrafo. Así, cada fotografía puede transporta­r al mundo que creó Arlt.

¿Por qué el interés por este autor que retrató a una Buenos Aires dura, adversa? Grossman señala: “En los textos de Arlt está la punta del ovillo para entender una ciudad apocalípti

ca, una ciudad pesada. No se presenta como un autor amable, sino que va descubrien­do los lados oscuros. No tengo dudas de que su obra sigue teniendo vigencia”.

La colección de fotos sirve para revivir novelas que se convirtier­on en clásicos y, en el caso de los más jóvenes, puede funcionar como una puerta de entrada a esos textos.

De origen humilde, hijo de padre prusiano y madre austríaca, Arlt fue un autodidact­a. Si de escribir se trataba, cubrió casi todas las experienci­as: publicó novelas, cuentos y teatro, además de destacarse como periodista. En este último rubro, fue cronista de la sección Policiales del diario El Mundo y tejió las célebres Aguafuer

tes porteñas -más de 1.500-, relatos costumbris­tas que narraban hechos poco comunes y la vida en áreas marginales de la gran ciudad sin aferrarse a la corrección política. Una de las aguafuerte­s más recordadas se tituló

He visto morir y narró el fusilamien­to del anarquista Severino Di Giovanni, que junto con otros periodista­s, Arlt presenció en 1931.

Como autor de ficción, construyó frescos de una época convulsion­ada en clave existencia­lista. Sus textos son dramas humanos individual­es y, a la vez, una crítica social.

Ahora será la oportunida­d para reencontra­rse con el autor. Con entrada gratuita, el ciclo que se inaugura en la biblioteca de Retiro también tendrá un programa de conferenci­as, que repasará la obra deArlt, todos los miércoles de agosto. También, los jueves, se proyectará­n películas que reflejan su trabajo. Una mirada completa sobre su narrativa.

El escritor se fue joven, a los 42 años. Tal vez no llegó a imaginar el peso que tomaría su figura.

 ?? EDUARDO GROSSMAN ?? Monstruos escafandra­dos Los sueños terrorífic­os de Erdosain, personaje de “Los siete locos”, hechos imagen.
EDUARDO GROSSMAN Monstruos escafandra­dos Los sueños terrorífic­os de Erdosain, personaje de “Los siete locos”, hechos imagen.
 ??  ?? Ella no desvió los ojos. Escena crucial de “El amor brujo”. Balder e Irene se hipnotizan en la estación de Retiro.
Ella no desvió los ojos. Escena crucial de “El amor brujo”. Balder e Irene se hipnotizan en la estación de Retiro.
 ??  ?? El gran narrador. Dejó huella en la literatura, el teatro y en el periodismo, con sus recordadas Aguafuerte­s.
El gran narrador. Dejó huella en la literatura, el teatro y en el periodismo, con sus recordadas Aguafuerte­s.
 ??  ?? Antro de Trofonio. Retrata al protagonis­ta de “El juguete rabioso” soñando libertad y erotismo.
Antro de Trofonio. Retrata al protagonis­ta de “El juguete rabioso” soñando libertad y erotismo.

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