Clarín

Cómo encanarlos a todos de una buena vez

- Alejandro Borensztei­n

Entiendo que la gente se sienta mal. Peor se sienten los que pusieron la cara por De Vido.

Así como vamos, la Justicia pasará años sin resolver. Hay que invocar el espíritu de Alfonsín.

Balcarce, venga para acá. Tenemos que hablar. ¡Sit Balcarce! Te voy a decir algo muy importante. Prestá atención y mientras tanto entrale a esta tirita que te conseguí en la parrilla de los Granaderos.

¿Viste lo que pasó en el Congreso, Balcarce? De Vido zafó de que lo rajaran por inhabilida­d moral. Está involucrad­o en casi 80 causas, con 26 imputacion­es y 5 procesamie­ntos firmes incluyendo el juicio oral por la tragedia de Once. Todos sus subalterno­s están imputados, procesados, condenados o presos como López, Schiavi y Jaime. Por mucho menos, y de acuerdo al mismo artículo 66 de la Constituci­ón, al diputado Luque lo volaron del Congreso en 1991 y a la diputada Norma Godoy en 2002.

Más allá de lo que la Justicia resuelva el día

del arquero, el sentido común indica que el tipo no podía seguir en el Congreso ni un minuto más. Pero una suficiente cantidad de diputados lo protegió y ahora resulta que andan todos indignados.

Yo entiendo que la gente se sienta mal, pero mucho peor deben sentirse algunos diputados que tuvieron que poner la cara por De Vido.

Pienso en un humilde y honesto legislador kirchneris­ta que esa anoche volvió a su casa después de obedecer, vaya uno a saber por qué, la orden de protegerlo.

El tipo segurament­e vive en un derpa de 3 ambientes en Caballito o en una digna pero sencilla casa en Morón, Lomas o la provincia de Tucumán mientras De Vido, que cobra el mismo sueldo que él desde hace 30 años, vive en un piso en Libertador de US$ 5.000 el M2 y pasa los fines de semana en una chacra de 2 palos verdes, en el club de campo más exclusivo de la Argentina. Y no es herencia.

Cuando ese humilde diputado se levantó a la mañana siguiente, segurament­e se duchó, se miró fijo en el espejo y se dijo: “Soy un reve

rendo Parrilli”. Balcarce, después te explico lo de Parrilli. Ah, ¿ya lo sabés? Ok. Sigo.

Ambos, De Vido y el honesto diputado que lo salvó, cobran 95 lucas de bolsillo. Sólo de expensas y luz de las dos propiedade­s, De Vido gasta 60 lucas por mes. Acondicion­ar su colección de pájaros insume más luz que la Bombonera. Y cada pajarraco exótico vale más que un Volkswagen.

Sabemos que un legislador cobra un plus por desarraigo y recibe pasajes para viajar a su lugar de origen que, en caso de no utilizarlo­s, puede venderlos. A juzgar por cómo vive Julio De Vido no hay mucho para discutir. O choreó a cuatro manos o tiene domicilio declarado en Júpiter. Ante esto, el problema que tenemos es doble. Por un lado, el caso De Vido se replica en varios personajes más y están todos conectados.

Por el otro es evidente que la Justicia no avanza. No quiere, no puede, no sabe. Y acá es donde te necesitamo­s, Balcarce.

Te cuento una historia. En 1983, antes de dejar el poder, los militares se decretaron una autoamnist­ía. Luder, el candidato presidenci­al del PJ, la aceptó. Pero, por suerte, ganó Alfonsín, derogó la ley de autoamníst­ía y mandó en cana a las Juntas Militares y a algunos sátrapas más. Como Alfonsín era un verdadero demócrata, primero los sometió a sus jueces naturales. O sea, a la Justicia Militar.

Mientras tanto constituyó la Conadep, una comisión presidida por Ernesto Sábato donde se recibieron todas las denuncias de las víctimas del terrorismo de Estado.

Cuando Alfonsín se dio cuenta de que la Justicia Militar lo estaba boludeando, como ahora parecieran hacer Casanello, Rafecas, Freiler, Ballestero­s y tantos otros, les sacó la causa y la mandó a la Justicia ordinaria. Aquella Cámara Federal constituid­a entre otros por Gil Lavedra y Arslanian llevó adelante el histórico juicio a las Juntas. El fiscal fue Julio César Strassera y su frase lo inmortaliz­ó: Nunca Más. El resto de la historia es conocida.

Ahora Balcarce, larga la tirita y escuchame bien. Sos el perro más influyente del país. Tu propuesta de organizar una versión argentina del Pacto de la Moncloa y tu convocator­ia a la CONOBAL (COmisión de NOtables BALcarce) fue un éxito. Lograste instalar el tema. Tarde o temprano se va a dar. Y algún día tendrás tu retrato al óleo en el Salón de los Pasos Perdidos.

Ahora enfrentás un desafío mucho mayor, Balcarce. No me pongas esa cara de Macri Gato, por favor. Estamos hablando de los Kerner y todos sus cómplices, incluido De Vido.

Es evidente que así como vamos, la Justicia pasará años sin resolver nada. Tenés que invocar el espíritu de Don Raúl y operar por los pasillos de la Rosada para concretar el mayor logro de tu carrera. Es tu hora Balcarce. La historia te está llamando. Mirame bien a los ojos: hermano, tenés que encabezar el Nunca Más de la Corrupción.

Vení Balcarce, volvé. No te asustes. Tomá esta entrañita. Alguna vez lo propuso Ernesto Sanz, pero la cosa no se concretó. Si nosotros

lo armamos bien, el plan no puede fallar. Escuchame bien. Primero, tenés que lograr que el Gobierno convoque a una comisión investigad­ora sobre la corrupción en la última década: la Conadec, con C final de Corrupción.

Después la comisión deberá recibir las denuncias. Que vengan los jardineros de las quintas, los que les limpian las lanchas, los que les administra­n los derpas en Miami, los bebés de las Qunitas, todos. En realidad, los datos ya están. Si falta alguno se lo pedimos a Nico Wiñazki que te lo consigue en un minuto.

La Conadec deberá entregarle las pruebas al Poder Ejecutivo para que éste, a su vez, se presente ante la Justicia como querellant­e contra los Kerner y su pandilla. Si en el paquete de denuncias también cae alguno del PRO o de la familia de Macri Gato, lo lamento. Tolerancia cero.

Legalmente, la denuncia se presenta en la Procuració­n General para ser distribuid­a entre los fiscales. O sea que habría que entregarle todo a Gils Carbó. Vení Balcarce, no te rías, ¡¡volvé!! ¡¡Venga para acá, Balcarce. ¡¡Sit, carajo mierda!!

Recordemos lo de Alfonsín y la Justicia Militar. Ya lo tengo todo estudiado. Podemos evitar a Gils Carbó y a su banda de fiscales militantes pidiendo, por ser un caso de extrema gravedad institucio­nal, un Per Saltum y presentar la demanda directamen­te ante la Corte Suprema. Listo. Bingo. Bueno, no digamos bingo porque entre la banda también está Cristóbal López. Elegí la palabra que te guste. ¿Golazo?

Solo restaría que la Corte acepte o rechace el Per Saltum. Imaginate la escena Balcarce. Lorenzetti teniendo que decidir y Lilita en la puerta de Tribunales con vos y toda la Conadec. Es una de Netflix, Balcarce. Sin justicia no hay República, Balcarce. Es ahora o nunca. Estamos en tus manos y en tus patas.

Pero si todo esto falla, tengo un Plan B. Yo sé que lo que te voy a proponer es duro y contradice nuestros mandatos morales y éticos. Pero te lo voy a decir de una: si esto va a seguir siendo así, entonces vamos a chorear nosotros también. Me hinché las pelotas. Juntos podemos llenarnos de guita.

Hagamos lo siguiente. Cuando venzan tus Lebacs, en lugar de renovarlas invertimos en una buena oficina y tomamos un par de empleados en blanco. Siempre en blanco. Si vamos a chorear, vamos a hacerlo bien. No como estos boludos que dejaron las huellas en todos lados.

Después hay que recorrer todos los ministerio­s, andar por las provincias, las intendenci­as. Funcionari­os corruptos siempre hay, sólo es cuestión de encontrar el apropiado. Nos presentamo­s en licitacion­es de lo que venga. Represas, papelería para oficinas, tráfico de influencia­s, asesoramie­ntos de cualquier cosa. Todo suma.

Sin términos medio: o hacemos el Nunca Más de la corrupción para terminar con el problema o nos organizamo­s y nos llenamos de guita.

Demócratas, sí. Republican­os, sí. Boludos no. Vamos Balcarce. Empezá a recorrer el Estado Nacional que yo voy comprando un Hilton y dos Sheraton. Vamos a necesitar un montón de habitacion­es.

Che Balcarce, pará de rascarte.

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