Una vaca para Vidal y un carnet para Angelici
Agarrá los libros
La semana política dejó muchos sucesos de pasillos. La semana pasada, durante una nueva cita de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados para abordar el “De Vido Gate”, el diputado kirchnerista Marcos Cleri ingresó a la reunión portando una pila de libros para ayudarse en su argumento de rechazo a la expulsión del ex ministro K del Parlamento. Cleri se sentó a la derecha del jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, y comenzó a agitar el libro “Los dueños de la Argentina”, de Luis Majul. Se lo mostraba especialmente a Pablo Tonelli, quien presidía la reunión. A su izquierda, Massot lo saludó cordialmente a Cleri, y con amabilidad, tomó el mismo libro y mirando a Tonelli explicó: “No lo leyó, se lo contó Lázaro Báez”. Fin de la cita...
Foto carnet
Quien no agarró los libros pero sí su pasaporte fue Daniel Angelici, el amigo del presidente Mauricio Macri y titular del CABJ. Mientras siguen las olas por el no fichaje de Ricardo Centurión, de lo único que se dedica a hablar “el Tano” con quien se lo cruce es del reconocimiento
que le efectuó la comunidad italiana, que lo hizo socio honorario. A todos -y todas-, el presidente de Boca les muestra su flamante carnet de socio del Circolo Italiano, con el número
11104. En la foto carnet se lo puede ver con el escudo xeneize detrás, para no dejar dudas de su corazón alineado con la Ribera. ¿Le habrá mostrado el carnet a Lilita?…
Campestre
Quien no tuvo carnet pero sí un presente campestre fue María Eugenia Vidal. La gobernadora visitó la Exposición Rural en Palermo y, durante más de una hora y media, recorrió la muestra junto a Esteban Bullrich y Gladys González, postulantes al Senado. En medio de los saludos, abrazos y selfies -nueva moda de la tropa de Cambiemos-, Mariú tuvo dos momentos emotivos: el primero sucedió cuando se acercó a la pista central y los visitantes que miraban los remates se pararon y comenzaron a aplaudirla. La segunda fue cuando un nene de unos 12 años, ataviado con indumentaria típica (bombachas de gaucho, alpargatas y una remera azul) la esperó estoico durante más de media hora. Cuando la gobernadora se acercó a saludarlo, el chico se sacó su gorro y, con timidez, le dijo: “Gobernadora, aquí le traigo este regalo” y desenfundó una vaca de cerámica que tenía preparada en una cajita. Hombre de campo…
Sin seguridad
Pero en medio de la recorrida por la Rural, también hubo tiempo para la discusión política. La
gobernadora Vidal fue abordada por muchos que colmaron la muestra rural y las preguntas iban por todos los temas. Uno de
esos fue la inseguridad: “Apartamos ya a más de 3 mil policías”,
dijo la mandataria, como muestra de la dureza con que actuó su administración en el rubro. Pero más atrás, en el fondo de su comitiva, un funcionario dio los números exactos. “Desde que Vidal asumió, en diciembre de 2015 hasta el 15 de julio de 2017, ya fueron apartados 5.427 efecti-
vos de la Policía Bonaerense”. “Y a eso, sumale que los suspendidos fueron más de 1.300”, dijo la fuente mientras agregaba que “ahora falta saber a cuántos jefes policiales van a dejar cesantes por no presentar su declaración jurada el año pasado”. Ajustando la gorra...
No fue magia
Donde también se habló de “ajuste” fue en la reunión de 1País en Mar del Plata, en la que todos escucharon a Sergio Massa y a Roberto Lavagna. En medio de mucha crítica a la marcha del Gobierno, le tocó el turno al ex ministro de Economía. Lavagna comenzó diciendo que la Argentina podía cambiar. “Sí, podemos”, lanzó y las miradas comenzaron a cruzarse entre los presentes. “¿Qué le pasó a éste, se hizo macrista?”, se sorprendió uno del staff de Massa. Pero Lavagna finalmente aclaró: “Pero la clave no es poder, es saber”, dijo para alivio de los asistentes donde se podía ver a Felipe Solá, Margarita Stolbizer y José Igna
cio De Mendiguren. ¡Qué susto para la ancha avenida del medio!