Washington amenaza a Norcorea con usar una fuerza “aplastante y letal”
EE.UU. respondió así al último lanzamiento de un misil que podría llegar a su territorio.
¿Qué pasa cuando un bravucón se enfrenta a otro? El mundo está cada vez más cerca de saberlo. Tras el lanzamiento de un misil norcoreano en el Mar de Japón el viernes, dos funcionarios clave de Donald Trump respondieron ayer con una peligrosa escalada verbal. “Estamos preparados pa- ra responder con una fuerza rápida, aplastante y letal en el momento y lugar que elijamos”, dijo su comandante de las Fuerzas Aéreas en el Pacífico, Terrence O’Shaughnessy. “El tiempo de hablar se terminó”, dijo la embajadora en la ONU, Nikki Haley.
En sus campos respectivos, tanto O’Shaughnessy como Haley parecen estar preparando el terreno para un posible conflicto armado con el régimen de Kim Jong-un. El primero lanzó ayer sobre el Pacífico un misil de mediano alcance para probar el buen funcionamiento del escudo antimisiles estadounidense THAAD instalado en Corea del Sur. Un día antes, dos aviones bombarderos bajo su mando habían sobrevolado la península coreana acompañados por cazas de Tokio y Seúl en una misión que duró diez horas.
Haley, por su parte, publicó un comunicado que tenía poco del lenguaje diplomático característico de su profesión. Con un estilo que no dejaba lugar para la ambigüedad dijo que una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad no tenía ningún sentido si no producía “nada significativo”: “China debe decidir si finalmente está dispuesta a dar este paso vital. El peligro que el régimen norcoreano representa para la paz internacional está ahora claro para todos”.
Lo que no escribió Haley en su comunidado es cuál era ese “paso vital” que China debía dar. Su jefe, Trump, tampoco lo aclaró en los tuits con los que se refirió al tema el sábado. “Es- toy muy decepcionado con China”, escribió. Y también: “¡China podría resolver fácilmente este problema!”.
Aunque no lo dijeron, la presunción de la Casa Blanca es que Xi Jinping puede hacer más que restringir la importación de carbón norcoreano para que Kim Jong-un se deje de bravuconadas. En Beijing dicen una y otra vez que no tienen tanto poder sobre el hermano comunista pero Trump y su equipo no terminan de creerlo. Mientras tanto, el dictador norcoreano sigue lanzando misiles. Según los expertos, el del viernes fue aún más poderoso que el primero de este tipo, lanzado el 4 de julio. Esos mismos expertos dicen que, en teoría, los misiles norcoreanos ya pueden llegar hasta Nueva York.