Asegura que demonizan la actividad inmobiliaria
El proyecto regulatorio para ley de alquileres representa un nuevo intento intervencionista que ya quedó demostrado en tiempos anteriores que consigue el efecto contrario del enunciado. Cada vez que se reguló el alquiler la cosa terminó muy mal, además resulta muy injusto y atenta contra las libertades que el Estado intervenga de manera directa y a través de una ley regulando los honorarios de los profesionales. Nuevamente se ataca al sector inmobiliario demonizando una actividad profesional que no es muy diferente a otras, generando ese concepto negativo y pecaminoso en el ejercicio de una profesión.
La miopía con que se trata este asunto y la necesidad de generar una aceptación tribunera y demagógica más parecida al dislate, coloca al sector en estado beligerante entre ciudadanos y profesionales que están pagando el pato como consecuencia de la inestabilidad económica. El problema de la vivienda se soluciona con una política en serio que permita el acceso a la misma.
El sector inmobiliario viene sufriendo ataques y desvalorizaciones y no se toma en cuenta que también se trata de trabajadores y que jamás recibieron subsidios, aun en la locura del cepo al dólar donde tuvieron que cerrar cientos de inmobiliarias.