La abanderada volvió al colegio tras un aluvión solidario
La habían dejado libre. Un anónimo pagó la deuda de la alumna.
El coordinador del Colegio Cervantes de Comodoro Rivadavia, Eduardo Evans, anunció ayer que Celeste Campillay la abanderada del estable- cimiento podrá regresar a clase. “Está solucionado el tema, Celeste se reincorporó en forma normal”, dijo. Pero no quiso responder acerca del tema que motivó que el colegio dejara libre a la adolescente: una deuda por el pago de cuotas que asciende a 40 mil pesos. La solidaridad de un anónimo que se comprometió a pagarla fue la llave que destrabó el conflicto.
Gloria, mamá de Celeste, explicó el motivo del atraso. Después del desastre climático que la ciudad sufrió en abril, no puede trabajar y su casa quedó en ruinas. Vive en el barrio Juan XXIII, uno de los más afectados. Pero la escuela no tuvo en cuenta esta circunstancias y días antes de las vacaciones de invierno la directora Lucy Corchuelo le comunicó a Gloria que su hija no podría continuar.
El caso tiene otro costado: la solidaridad de la gente. Luego de que ayer Clarín publicada la historia de Celeste, decenas de mails, llamados telefónicos y contactos personales de personas, empresas, profesionales y hasta un llamado de Estados Unidos expresaron su voluntad de ayudar económicamente a la chica para que pueda continuar sus estudios.
Y algo más: Celeste sufre de epilepsia y debe tomar un medicamento que le cuesta a su madre 2.500 pesos por mes. También se lo donaron. En medio de tanta solidaridad, el representante de una empresa de Comodoro Rivadavia llamó a Gloria y se acercó con ella hasta la escuela. Pactaron el pago de la deuda y se sorprendieron de que ya no era la misma: ahora, le cobraban 30 mil pesos porque le descontaban los intereses.
El empresario comprometió pagar pero no pudo. Horas después llamó insistentemente al colegio, pero nadie contestó. Lo mismo ocurrió con las personas que llamaron desde Estados Unidos. Le dijeron a la mamá de la nena: “Nosotros no queremos tratar con usted. Solo con la escuela para pagar la deuda”. Llamaron. Y nadie contestó. Tampoco se informó si contestaron las llamadas del ministerio de Educación. Fuentes de esa cartera le dijeron a Clarín que estudian “una sanción para el colegio”.
La gente mostró tal deseo de ayudar que hasta envió dinero a cuentas equivocadas, aunque terminó llegando a destino. La familia habilitó un mail porque sus teléfonos colapsaron: schmidtgloria88@gmail.com. Gloria le contó a Clarín que hubo gente que se ofreció “no sólo a pagar la deuda sino también las cuotas por lo que resta del año”. La familia pasa por un momento desesperante. No tiene ingresos porque la mujer (que elabora tortas y tartas caseras entre otras cosas) perdió todos los elementos de trabajo durante el temporal. Una hija que vive en Río Mayo y tiene una pescadería la ayudó hasta ahora. Pero ya no tiene reservas.
“Para mí es importante pagar la obra social de Celeste para que pueda ser atendida”. La chica sufre de epilepsia, pero con la medicación que toma puede llevar una vida normal. De todas maneras, la repercusión que tuvo el caso la desbordó. Y ayer debió ser revisada por un neurólogo.
Celeste tiene 19 años. Perdió dos de estudio a causa de su enfermedad. Hoy tiene excelentes calificaciones que le posibilitaron ser abanderada y además fue elegida mejor compañera del curso. Este año finaliza la secundaria y espera poder estudiar medicina en la universidad local.
La decisión de reincorporarla (que es oficial pero hasta anoche no había sido comunicada a la familia) se dio tras la trascendencia pública que tomó el caso. Nadie sabe si la orden la dio la directora Corchuelo, porque está de viaje por Europa.
El colegio Cervantes tiene una larga trayectoria en Comodoro. No sólo enseña el ciclo secundario. También tiene salas de jardín y enseñanza bilingüe. Al menos eso dice en su coqueta página de Internet que comienza con esta frase: “Buscamos formar personas libres, alegres y con visión de servicio hacia la comunidad. Por esta razón nuestros servicios educativos están fundamentados en los mejores valores humanos”.