¿Cómo se tiene que plantear una final de tan solo cinco minutos?
Ascenso. Varios técnicos opinan sobre la forma en que deben jugar hoy Riestra y Comunicaciones, en la B Metropolitana.
Cinco minutos. La pausa para tomar el té, como marcaba el eslogan de una publicidad. El tiempo suficiente para dar una vuelta manzana a paso ligero. El lapso en la cola de un supermercado o un local para pagar los impuestos. Tantas cosas se pueden hacer en 300 segundos. Hasta lograr un ascenso a la Primera B Nacional. Esa es la cuestión para Deportivo Riestra y Comunicaciones. Defender con uñas y dientes el 2 a 0 que le permita lograr el pasaje histórico a la segunda división del fútbol argentino, esa es la cuestión del equipo blanquinegro. Pegar un grito bien fuerte que le permita acceder a la definición los penales, ese es el leitmotiv del Cartero. Todo en un breve e intenso intervalo.
Consultados por Clarín, varios técnicos aceptaron el desafío de ponerse en los zapatos de Jorge Benítez y de Alejandro Orfila, los entrenadores de Riestra y Comunicaciones. Uno tendrá que sostener esa ventaja que consiguió hasta que Leandro Freyre inva- dió la cancha para ensuciar el juego y generó el desborde que obligó a la interrupción del partido. El otro, hará que sus jugadores tengan el arco de enfrente entre ceja y ceja. ¿Cómo se juega un partido exprés?
Julio César Falcioni tiene experiencia. En su primera etapa en Banfield, le ganó un partido de 12 minutos a Instituto de Córdoba. Fue el 22 de marzo de 2005 y el gol lo marcó Martín Andrizzi. “Estábamos 0 a 0, eran dos tiempos de 6. Pudimos hacer un gol. Pero es muy difícil. Cuando el futbolista entra en ritmo de juego, el partido se terminó”, cuenta el entrenador del Tala
dro, que se vio obligado a completar los noventa después de que 40 días antes se cortara la luz en el estadio Florencio Sola. “Si Riestra sale a defenderse la va a pasar mal. Comu se va a tener que entregar para hacer un gol. Tiene que intentar ser rápido, jugar por los costados y meter gente en el área”, agrega el Emperador. Y recuerda: “Otra vez me tocó jugar con Independiente, eran 10 o 12 minutos y no cambió nada. Pero una opción de gol va a tener Comunicaciones. Una va a tener seguro. Hay tiene que aprovecharla”.
Para Ignacio González, quien volvió a la Argentina tras un breve paso por Atlético Venezuela, el parado del equipo es fundamental. “Si fuera el técnico de Comunicaciones, pongo un central en el fondo, dos volantes rapiditos, dos laterales que empujen bien arriba, dos extremos para encarar mano a mano, con buena pegada y que sean capaces de meter un centro y tres torres en el área. Son cinco minutos. Hay que jugar de esa manera. No queda otra”, dice Nacho.
“Si sos de Comu, tenés que jugarle a dos toques, no más e ir a buscarla al área. No más. Y poner los centrales que vayan a buscarla arriba. Abrir la cancha, porque Riestra tiene gente alta. Y si fuera Riestra, le meto todos los centrales que tenga y pongo a los tres chiquititos de punta, los hago presionar y meto dos volantes de marca. Así el partido se termina en un abrir y cerrar de ojos”, apunta Ricardo Caruso Lombardi. El técnico de Tigre, conocedor del ascenso, aclara; “Este no es un par- tido para tener la pelota bajo el pie. De última, se la tiro al arquero y que salga jugando para meter el bochazo para los grandotes. No hay muchas opciones”.
Jorge Almirón, de un estilo muy marcado de pelota al ras del piso, no se vuelca al pelotazo. Para el entrenador de Lanús “lo primero que hay que hacer, es plantear cambios”. Y explica: “Para conseguir el gol, Comunicaciones tendrá que generar más ataques directos. Tal vez debería utilizar una línea de cuatro con otro estilo de jugadores y a los centrales, mandarlos con los centrodelanteros. El técnico debe eligir a los mejores rematadores de cabeza. Imagino que Riestra va a plantarse a defender”.
La final del Reducido de la B se convirtió en un juego estratégico. ¿Le alcanzará a Riestra, que ganaba con los goles de Nahuel Benítez y de Miguel Ortiz? ¿Podrá construir un milagro Comunicaciones? Nos vamos a enterar en un santiamén.