El Congreso de Chile aprobó una histórica ley que despenaliza el aborto
Permite interrumpir el embarazo en tres situaciones. La derecha anticipó que apelará la decisión en la Justicia.
El Congreso de Chile aprobó una his- tórica ley de aborto que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en tres situaciones: violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto. Sin embargo, el proyecto será desafiado en el Tribunal Constitucional, tras un recurso presentado por la derecha opositora.
Luego de haber sido rechazada por sólo un voto en la Cámara de Diputados el 20 de julio pasado, la ley se sometió a un intenso debate en una comisión mixta de senadores y diputados, donde se resolvió, además, que las niñas menores de 14 años − que fueran víctimas de violación− podrán interrumpir su embarazo sin el consentimiento de sus padres. Tras la discusión, el proyecto fue aprobado por la Cámara Baja en la mañana del miércoles, y por el Senado, durante la tarde de ese mismo día, con 22 votos a favor y 13 en contra.
El proyecto, promesa emblemática de Michelle Bachelet durante su campaña en 2013, estuvo más de dos años tramitándose en el Legislativo. La iniciativa sobrevivió continuos traspiés por parte de la derecha y la Democracia Cristiana, partido de centro que integra la coalición oficialista y cuyo apoyo a la agenda progresista de la mandataria ha sido puesto a prueba luego de que Bachelet, también, anunciara el envío de un proyecto de matrimonio igualitario.
Tras la aprobación de la ley sobre aborto en Valparaíso, la mandataria celebró la decisión. “Hoy las mujeres recuperamos un derecho básico que nunca debimos perder: decidir cuando vivimos momentos de dolor”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
No obstante, la iniciativa − apoyada por un 70% de los chilenos según la última encuesta de la consultora Cadem− podría truncarse luego de que la derecha, representada por un grupo de 11 senadores, introdujera una moción de 67 páginas ante el Tribunal Constitucional para frenar la legalidad de la norma. “Hemos señalado que en el vientre materno hay un ser único, irrepetible, con dignidad y derechos y que debe ser protegido”, dijo el senador Chahuán, del partido ultraconservador UDI.
Este tribunal deberá resolver el próximo martes si acoge o no la apelación de la oposición. De ser admitida, los alegatos comenzarán recién el 14 de agosto y se desconoce el plazo que tendría el tribunal para fallar a favor o en contra. Por su parte, Bachelet pidió a los magistrados “acoger la voz de las mayorías” ya que “(el proyecto de aborto) en tres causales tiene un amplio y transversal apoyo social”.
En declaraciones a Clarín, la ministra de la Mujer y Equidad de Género de Chile, Claudia Pascual, aseguró que defenderán el proyecto ante el tribunal. “Como Gobierno lo hemos dicho ya en varias ocasiones: este proyecto es constitucional, tenemos buenos argumentos y nos hemos preparado para defenderlo”. También consideró la aprobación de la ley como un “avance” para los derechos de las mujeres que hace “más de 28 años no encuentran una respuesta de parte del Estado”, señaló.
El aborto en Chile fue declarado ilegal en 1875 y luego despenalizado en 1931 de forma terapéutica. Con la llegada de Pinochet, el aborto quedó absolutamente tipificado como delito, estableciendo que “la ley protege la vida del que está por nacer”.
Si la Justicia falla a favor de la normativa, Chile dejará de pertenecer al grupo de seis países donde la interrupción del embarazo sigue penalizada en todas sus formas. Además de Chile, este grupo está compuesto por Nicaragua, El Salvador, República Dominicana, Malta y El Vaticano.
A meses de las elecciones, el ex presidente Sebastián Piñera − candidato de la oposición y favorito en las encuestas− mostró su rechazo al proyecto y defendió la decisión de su conglomerado para llevar el caso al tribunal. “Las mayorías no pueden hacer cualquier cosa, por eso tenemos una Constitución”, dijo.