Masacre de fieles católicos durante una misa en Nigeria: al menos 12 muertos
Ocurrió en el sudeste de Nigeria, un país asolado por el grupo terrorista Boko Haram. Nadie se atribuyó el hecho.
Al menos doce personas fueron asesinadas y otras 15 resultaron heridas durante un ataque armado en plena misa en una iglesia católica en el sudeste de Nigeria, según informó ayer un reporte oficial, basándose en fuentes policiales y hospitalarias. La prensa nigeriana habla del episodio caracterizándolo como una “carnicería” en la iglesia de Saint Philip en Ozobulu.
El ataque, según testigos, se registró a primera hora de la mañana en Ozubulu, cerca de la ciudad portuaria de Onitsha. Hasta anoche, era poco clara la dinámica del ataque y ningún grupo se lo había atribuido. En un primer momento se habló de un comando de al menos cinco hombres armados y con el rostro cubierto que, tras irrumpir en el edificio, dispararon ráfagas sobre la gente alcanzando por lo menos a un centenar de los presentes. Luego las autoridades del Estado de Ananbra hablaron de un solo atacante, vestido de negro y con un casco en la cabeza.
“Por el momento tenemos doce personas muertas en la morgue y otras que reciben atención médica”, afirmó a la prensa un responsable del hospital universitario Nnamdi Azikiwe de Nnewi, adonde fueron trasladadas las víctimas. Varios fieles fueron heridos por bala, sin que se precisara el número ni la gravedad de sus heridas. El jefe de policía del estado de Anamba, Garba Umar, indicó por su parte que el tiroteo fue obra de un solo hombre armado. “De acuerdo a los elementos que disponemos, la persona que perpetró el ataque es un residente de la localidad”, aseguró. “Tras disparar contra su objetivo, continuó haciéndolo, matando e hiriendo a varios fieles”, prosiguió sin brindar un balance de víctimas. La policía busca a una persona que se habría dado a la fuga.
El estado de Anambra, donde se ubica Ozubulu, se encuentra en el sureste del país, donde no suele actuar el grupo terrorista Boko Haram, cuyo feudo está en la zona norte. El ejército nigeriano ha logrado en los últimos meses recuperar buena parte del territorio conquistado por ese grupo yihadista en el noreste del país, donde los yihadistas aspiran a establecer un estado regido por la sharia o ley is- lámica. Sin embargo, el grupo terrorista ha recurrido de forma creciente a atentados suicidas contra civiles.
Los fanáticos de Boko Haram, afiliado al grupo terrorista ISIS, lideran una insurgencia sangrienta desde el año 2009 que ha dejado al menos 20.000 muertos y más de 2,6 millones de refugiados y desplazados en Nigeria. Miles de mujeres y niñas cristianas y de otras confesiones fueron secuestradas para matrimonios forzados o para cometer ataques suicidas, en tanto hombres y niños han sido obligados a luchar.
Días atrás, Estados Unidos dio luz verde a la venta de aviones de combate a Nigeria para ayudarle en la lucha contra Boko Haram, algo que estaba en suspenso desde un bombardeo accidental a civiles por parte del ejército nigeriano. El Departamento de Estado notificó el miércoles pasado al Congreso la venta de 12 aviones de ataque Super Tucano A-29, en un contrato que incluye también la munición y la formación. Se estima que el valor total del paquete es de 593 millones de dólares.
La fuerza aérea de Estados Unidos ya había adquirido ejemplares de estos aviones del fabricante brasileño Embraer, los cuales fueron vendidos a principios de 2016 al ejército afgano para la lucha contra los talibanes.
Los aviones permitirán a Nigeria “llevar a cabo de manera más efectiva la lucha contra Boko Haram y la rama de África Occidental del grupo ISIS, mientras que podría reducir el riesgo de daños colaterales y las bajas civiles”, dijo un funcionario del Pentágono estadounidense.