Clarín

50 años al aire

A los 73, celebra medio siglo de aire. Su programa diario en Continenta­l transita la novena temporada.

- Mónica Soraci msoraci@clarin.com

Cumple su novena temporada consecutiv­a con Bravo Continenta­l (de 13 a 17) y festeja medio siglo en la radio. Rescata que en los últimos años difíciles para los medios nunca sufrió presiones.

Nunca perdonaría una infidelida­d. Y si un amigo ve a mi mujer con otro hombre, preferiría que no me lo dijera”.

Tiene 73 años y 50 como conductor de radio. Todos los días, Fernando Bravo conduce Bravo Continenta­l (de 13 a 17), por Continenta­l. Bravo es sinónimo de radio. En el café Tortoni, saborea un cortado en jarrito, mientras evoca sus años pasados. - ¿Bravo Continenta­l te ha dado muchas satisfacci­ones? -Este año ya voy por la novena temporada, hago este programa desde el año 2009. Pienso que la radio te da satisfacci­ones todos los días y también te genera alguna amargura, producto de alguna cosa que no podés concretar. Lo que puedo decir que esta es una radio que me ha dado mucha tranquilid­ad desde el punto de vista laboral. Nunca sufrí presiones de ningún tipo, siempre pude expresar mis ideas y logré construir el programa que siempre quise hacer. Esa es la mayor satisfacci­ón, sobre todo en tiempos difíciles para los medios. Eso le da un valor agregado al trabajo. -¿Siempre trabajaste con libertad y sin recibir presiones? -En esta casa no recibí ninguna presión, pero cuando trabajaba en Radio del Plata, que lo hice hasta 2009, en un momento empecé a sentir que el clima y el trabajo comenzaban a enrarecers­e, y decidí irme. Visto a la distancia, uno dice que se fue en el momento justo, pero a veces tenés que poder tener la posibilida­d de irte. Yo pude irme porque, por suerte, venía teniendo conversaci­ones con la gente de la radio, entonces apuré el paso para hacer el programa en Continen- tal. -¿Cuántos premios ganaste en tu carrera -Sinceramen­te,radial? no tengo un registro acabado de los premios que recibí en mi carrera. Creo que tengo nueve Martín Fierro, un Santa Clara de Asís, un premio Clarín y un Konex como mejor animador de la década. Este año fui premiado con otro Konex. También gané premios en Rosario y en Córdoba. No es que no le dé valor, pero ese puñado de reconocimi­ento que tengo ahí y lo valoro, no los llevo contados. No soy obsesivo. -¿Qué le cambiarías a la radio? -No le cambiaría nada. La radio es muy elemental en cuanto a su propuesta. Yo vengo de una radio muy diferente a la de hoy desde el punto de vista tecnológic­o. Hoy se puede hacer todo en tiempo real, con una tecnología de avanzada. Pero aunque los tiempos han cambiado mucho, la sopa se sigue tomando con cuchara (risas). Creo que cada conductor le imprime su estilo y eso define un determinad­o tipo de programa. -¿Cuál es tu sello de agua? -Siempre hice programas corales, con manejo de mesa y le imprimí un estilo más bien descontrac­turado. Yo tengo un slogan que lo traslado a mis compañeros. “Nosotros hacemos un programa donde se ríe cuando es posible y se pone serio cuando es necesario”. La idea es nunca perder autoridad y tener el equilibrio para que la risa sea creíble y un momento de distensión y que el momento serio también sea creíble. - Dejemos la radio. ¿Qué recuerdos tenés de tu San Pedro natal? -Es mi lugar en el mundo y donde voy a estar varios meses por año cuando ya no trabaje más. Viví toda mi adolescenc­ia hasta los 24 años, cuando me vine a trabajar a Buenos Aires. Yo estoy marcado por una vida sampedrina muy intensa. De chico iba mucho al río, al Club Náutico, mi segundo hogar, porque mi casa no tenía patio y mi mamá, profesora de piano, tenía alumnos y tres pianos en casa que sonaban desde las nueve de la mañana. -¿Qué diferencia­s encontrás entre tu niñez y la de tus nietos? -Los chicos acá viven una infancia de puertas cerradas. Es una infancia muy diferente, sobre todo porque de chico en casa no había televisión. Recién tuvimos una cuando yo empecé a trabajar en La Campana de Cristal y se la regalé a mis padres para queque me vieran en la tele. -¿Recordás a tu primera novia? -Sí, por supuesto. En un pueblo chico uno siempre tiene novias y sim- patías. Y, afortunada­mente, estamos vivos y nos seguimos viendo. -Hablemos de mujeres. Decime tres cualidades indispensa­bles en una mujer. -Nobleza, honestidad y fidelidad. -¿Está de más preguntart­e si perdonaría­s una infidelida­d? -Te diría que nunca perdonaría una infidelida­d. En estos tiempos uno ve paisajes un poco raros en ese sentido. Pero creo que uno construye la vida con lo que va teniendo. -Además de la infidelida­d, ¿qué detestás en una mujer? -La mentira es algo que no tolero. Como algo simpático, puedo decir quelas mujeres tienen algo muy caracterís­tico, que es que tienen la capacidad de sacar temas de conversaci­ón de debajo de las piedras. Es una diferencia con los hombres, que somos escuetos y parcos. Tenemos un mundo diferente y a veces ellas lo entienden y a veces no lo entienden. Las mujeres tienen una imaginació­n mucho más profusa que los hombres, que vivimos un mundo más concre- to y simple. -¿Cuál es el valor que tiene que tener un amigo? -No se puede resumir a un valor. Lealtad es un valor de la condición humana, que puede expresarse con los amigos. El gallego (Víctor) Sueiro, del que fui muy amigo, decía que uno tiene que amar los defectos del otro. Coincido porque a las virtudes las ama cualquiera. La honestidad y saber que uno puede encontrar un hombro cuando lo necesite. Cuando uno mira por los ojos del amigo. Es bueno un amigo que te diga una verdad dura. -¿Le dirías a un amigo que viste a su mujer con otro? -Y... no se puede decir así con algo hipotético, algunos dicen que se lo dirían y otros que no. -Pongámoslo de otra manera. ¿Apreciaría­s que un amigo te diga que vio a tu mujer con otro? -(Piensa) Eh... Preferiría que sea tan prudente como yo con él: que no me diga nada. -¿Qué te hace feliz? -Tener buena salud.

 ??  ?? Fernando Bravo Conductor de radio
Fernando Bravo Conductor de radio
 ??  ?? El que siempre vuelve a San Pedro. Pochulu (su verdadero apellido) hace 20 horas de radio por semana.
El que siempre vuelve a San Pedro. Pochulu (su verdadero apellido) hace 20 horas de radio por semana.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina