Clarín

Ruggeri le dio el salto de calidad a la delegación argentina en el Mundial

“Estoy muy satisfecho por haber mejorado mi marca y haber estado en la semifinal”, dijo el mendocino de 25 años.

- LONDRES, INGLATERRA. ESPECIAL

El final es anecdótico. La descalific­ación en semifinale­s del Mundial de atletismo por pisar el andarivel vecino tras un tiempo de 50s18 y quedar a 1s52 de la final es noticia de otra historia. Porque la de Guillermo Ruggeri es, a pesar de haberse quedado en la puerta de la final de los 400 metros con vallas, un cuento de absoluta grandeza.

Cuando en diciembre de 2016 el mendocino de 25 años decidió enfocarse de lleno ensu nueva disciplina y dejar atrás el decatlón, aunque con el Mundial a la vista, jamás imaginó que iba a quebrar por tercera vez en el año el récord argentino. Ni mucho menos al considerar que la mejor marca nacional había sido registrada por Juan Carlos Dyrzka en sus años de gloria deportiva, en los Juegos Olímpicos de México 1968.

“Estaba en los planes superar los 49s82 de Dyrzka, pero en 2018. Mi idea en el Sudamerica­no de Chile era correr fuerte”, le había dicho a Clarín a pocos días de batir “el récord imposible”. Es que la historia de Ruggeri es, al menos, llamativa: de joven practicaba fútbol y en una participac­ión en los Juegos Evita de 2008 se enamoró del atletismo. Comenzó a correr en los 110 metros con vallas. En 2011 dio el salto y se concentró en el decatlón, prueba que reúne 10 disciplina­s. Ese mismo año fue campeón sudamerica­no Sub 23 en San Pablo y en 2014 lo- gró la medalla de bronce en los Juegos Sudamerica­nos de Santiago.

Fue recién hacia finales del año pasado cuando el mendocino decidió poner el foco en los 400 metros con vallas y vaya si los resultados llegaron rápido. En abril de 2017, Ruggeri había mencionado: “Me enseñaron que podía ser ambicioso pero sin apuro, porque si uno transita el proceso previo a las competenci­as correctame­nte, lo demás se da solo”. Tenía razón el nacido en Maipú y por eso un aspecto clave de su increíble evolu- ción es la exigencia física que obtuvo en sus años de decatleta.

Arrancó su aventura en el Estadio Olímpico de Londres y superó las expectativ­as de propios y de extraños: en el debut terminó tercero y consiguió quebrar otra vez el récord nacional. Ayer, el joven de 25 años vivió una noche de ensueño: no consiguió el pase a la final, algo que en la previa pintaba muy difícil, ya que para lograr la hazaña Ruggeri debía bajar casi un segundo su marca. Pero el objetivo no era ese.

“Por lo menos llegué, porque esa era mi idea: disfrutar del ambiente y de la clasificac­ión. No se dio la final pero estoy muy satisfecho por haber mejorado mi marca en la serie y ha

ber estado en la semi, algo que no se consigue hace mucho, sobre todo en velocidad”.

En el sprint final, donde logró recuperar las milésimas que perdió tras un roce con la segunda valla, el mendocino se cruzó de andarivel. “El tema es molestar al andarivel de al lado. Él iba adelante, así que es rara la des- calificaci­ón pero veremos si se puede cambiar eso”, advirtió.

Se va feliz de Londres Guillermo Ruggeri, porque además de su logro personal, le dio el salto de calidad a la numerosa delegación argentina que invadió la ciudad británica. Lleva nueve meses de dedicación completa en la categoría: en su primer Mundial fue semifinali­sta y batió su récord nacional. Todo lo que vive Guillermo Ruggeri es positivo: por el récord, por su clasificac­ión, pero sobre todo por lo que vendrá.

En la carrera me sentí cómodo. Siento que corrí bien, con un mínimo de cansancio. Ésta es mi décima carrera en la temporada. Estoy muy satisfecho por todo lo que hice”.

 ?? EFE ?? A los saltos. Ruggeri había terminado quinto en una semifinal, pero pisó otro andarivel y lo descalific­aron.
EFE A los saltos. Ruggeri había terminado quinto en una semifinal, pero pisó otro andarivel y lo descalific­aron.

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