Van Niekerk se floreó en los 200 y hoy irá por el oro en los 400
Aunque Usain Bolt haya anunciado su retiro hace tiempo y varios nombres de los aspirantes hayan desfilado como posibles reemplazantes, Wayde Van Niekerk ganó definitivamente la carrera de los postulantes. Incluso el propio Bolt lo designó como el sucesor: “Estoy seguro que va a dar la cara y está demostrando que quiere tomar mi relevo”. Y con la decisión del jamaiquino de no participar en los 200 metros del Mundial de Londres, el camino a convertirse en el heredero está preparado para el nacido en Ciudad del Cabo.
Ayer corrió la serie de 200 con una sutil marca de 20s16. Hoy tiene la primera gran final, la de 400 metros, distancia donde brilló en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tras destronar el récord de Michael Johnson, logrado en el Mundial de Sevilla de 1999. Las expectativas son altas: con los 400 en la mira, la semifinal de 200 metros de mañana y la inminente final del jueves, buscará marcar el doblete que lo apunte como la nueva estrella mundial.
Con la ausencia de Bolt, también se abren las puertas para el jamaiquino Yohan Blake y el estadounidense Isiah Young.
Mientras tanto, en el salto triple, el duelo sudamericano fue para la venezolana Yulimar Rojas, que con 14,91 metros obtuvo el oro y dejó a la colombiana Caterine Ibargüen con la de plata en 14,89. El bronce fue para la kazaja Olga Rypakova con 14,77.
En lanzamiento de jabalina se consagró la polcaca Anita Włodarczyk con 77,90 metros, mientras que en los 110 metros con vallas ganó el jamaiquino Omar McLeod con 13s04. Y en los 1.500 no hubo sorpresa con el oro de la keniata Faith Kipyegon en 4m02s59 sino con el 12° puesto de la etíope Genzeba Dibaba, dueña del récord mundial.