Schwartzman no para de crecer en Montreal
El tenista argentino remontó un 0-6 y ya está en cuartos.
En la gira norteamericana de canchas duras, justo la superficie en la que menos cómodo se siente, Diego Schwartzman parece haber encontrado la fórmula para afianzarse en la elite del tenis mundial. A su tenis cada vez más sólido le sumó una fortaleza mental que le permite mante- nerse entero en los momentos más complicados y batallar incansablemente sin importar cuán complicado sea el panorama. Ahí estuvo el porqué de su triunfo -el más importante de su carrera- ante Dominic Thiem, séptimo del ranking, en la segunda ronda del Masters 1.000 de Montreal (4.662.300 dólares; cemento). Y en esa mentalidad se apoyó también el Pe
que para dar un paso más en el torneo canadiense y avanzar a cuartos
de final. Ayer, el argentino levantó una desventaja de un set y un quiebre en contra, superó por 0-6, 7-5 y 75 al estadounidense Jared Donaldson, 66° del ranking, y se metió por segunda vez entre los ocho mejores de un torneo de esta categoría.
Una verdadera muestra de carácter dio el porteño en un partido que presentaba en la previa un desafío nada sencillo. Es que después del desgastante triunfo ante Thiem, la incógnita era si el Peque llegaría a recuperarse físicamente y a volver a enfriar la cabeza para encarar concentrado el duelo ante Donaldson.
En el primer set, pareció que no. Errático y sin encontrarle la vuelta a su propio juego, Schwartzman se dejó dominar por un estadounidense que aprovechó al máximo sus oportunidades. Sólo 19 minutos duró ese parcial, en el que el argentino no pudo ganar ningún game.
La historia empezó a cambiar en el arranque del segundo, porque mientras Donaldson se adelantaba 2-0, Schwartzman empezaba a levantar
el nivel. El 36° del mundo -que ya se aseguró el 33° lugar en el ranking, su
mejor ubicación histórica- empezó a pegarle mejor a la pelota, se plantó más sólido y recuperó su espíritu de lucha. Y cuando el Peque volvió a ser el Peque, la balanza empezó a inclinarse a su favor, a pesar de que su rival no se la hizo fácil y lo obligó a trabajar mucho para sellar el triunfo.
El argentino, que mejoró su record de la temporada a 24 victorias y 19 derrotas, dio otro paso importante en su carrera, ya que por primera vez se metió entre los mejores ocho de un Masters 1.000 que se juega sobre canchas duras. En abril tuvo su primera experiencia en los cuartos de un torneo de esta categoría, cuando cayó ante Rafael Nadal sobre el polvo de ladrillo de Montecarlo.
El Peque volvió a hacerse gigante en Montreal, pero no se conforma y hoy irá por más ante Robin Haase, 52° del mundo, que le ganó los cuatro duelos que jugaron en el pasado. El holandés eliminó ayer al búlgaro Grigor Dimitrov, séptimo preclasificado, al ganarle 7-6 (7-3), 4-6 y 6-1.
Quien también tuvo que trabajar para avanzar fue Roger Federer, que venció por 4-6, 6-4 y 6-2 al español David Ferrer. El suizo, segundo favorito, perdió por primera vez un set desde junio, cuando cayó en el debut en Stuttgart ante Tommy Haas. Desde entonces había ganado trece partidos sin ceder un parcial, con consagraciones en Halle y en Wimbledon. Hoy chocará con otro español, Roberto Bautista Agut, que le ganó 4-6, 7-6 (75) y 7-6 (7-2) a Gael Monfils.