Hace falta educación financiera

Por prejuicio, muchos tildan de “timba financiera” a la compra de bonos

Los datos de la encuesta que publica hoy Clarín no solo muestran decisiones de inversión que resultan poco rentables. También, y sobre todo, reflejan la falta de edu

cación financiera de buena parte de la sociedad argentina. Se entiende que la preferencia por el dólar es una actitud “defensi

va”, que ya forma parte del ADN nacional, modelada por décadas de alta inflación, hiperinflación, ahorro obligatorio, canje compulsivo de depósitos por bonos, corralón, corralito y cepo, por enumerar las principales calamidades que sufrieron los argentinos. Ni hablar de los gobiernos que impulsaron tasas de interés negativa, para que ni valiera la pena ahorrar en moneda nacional, porque se perdía frente a la inflación. Todo eso está a la vista y forma parte de la historia.

De lo que no se habla tanto es de otras manifestaciones, de muchos gobernantes y buena parte de la dirigencia política, que han estigmatizado la búsqueda de la

renta financiera como una herramienta legítima para aumentar el capital de los individuos o las familias. Se habló y se habla, incluso en estos días, de la “timba finan

ciera” una manera de señalar a quienes (con mucha, mediana o poca riqueza personal) apuestan a opciones como las letras del Banco Central.

Eso ocurre en estos días de campaña electoral. Pero no pocas veces, a quienes compran y venden acciones, por ejemplo, se los señala, desde la política, de manera acusatoria, como si los mercados de capitales no estuvieran tanto para financiar la actividad productiva como para generarle ganancias a quienes ponen su dinero en el abanico de posibilidades que el mercado ofrece.

¿Alguien puede pensar que empresas como Google, Facebook o Mercado Libre, por nombrar a los casos más resonantes de estos años, podrían haber sido lo que son sin la existencia de los mercados de capitales?. Allí está el dinero de quienes, si las empresas andan bien, incrementan su ri

queza. Educación financiera también es sacarse de encima los prejuicios.