Clarín

De Córdoba al mundo

La serie de 13 capítulos se estrenará en el país el 22, luego de su paso por los Estados Unidos e Inglaterra.

- Diego Jemio Especial para Clarín

Rosa limpia. Lo hace junto con otras compañeras, en una mansión con escaleras de mármol. O en un lúgubre gimnasio de boxeo, donde corren las apuestas clandestin­as. Ella cumple su tarea con una pulcritud que sus empleadore­s comienzan a valorar. Hasta que un día debe limpiar algo más que polvo: le encargan borrar las huellas de un asesinato. Así comienza La chica que limpia, la nueva serie policial de la plataforma on demand gratuita CINE.AR Play, que se estrenará el 22 de agosto. La producción cordobesa de 13 capítulos llega a la Argentina luego de un paso por Estados Unidos e Inglaterra. Antonella Costa interpreta a Rosa, una mujer que debe enfrentar el tratamient­o costoso de la enfermedad de su hijo. Con el correr de los capítulos, el mundo del personal de la limpieza se irá fusionando con lo más profundo del hampa de La Docta.

Actriz de películas emblemátic­as como Garage Olimpo y Diarios de mo

tocicleta, Costa decidió hace algunos años dejar de vivir solamente de los proyectos en teatro, televisión y cine y encarar una tarea docente, con talleres de actuación frente a cámara. De todas formas, la productora Paola Suárez la convenció después de diez minutos de conversaci­ón sobre la historia de la chica que en cada episodio “limpia” un nuevo crimen.

“Me convenció enseguida la historia. Mi personaje es intenso y lleno de desafíos, con caracterís­ticas físicas particular­es. Todo el tiempo juega con la cuestión de lo sucio y lo lim- pio. Tiene un aspecto pulcro, pero un interior cargado de una energía complicada. Incluso decidí limpiarme yo: dejé de fumar después de 20 años cuando acepté hacer la serie. No fue nada fácil encarar los estados de ánimo de Rosa. Son lugares en los que el cuerpo del actor no quiere estar”, cuenta Antonella Costa, que compartió set con Beatriz Spelzini y un elenco de actores cordobeses, Martín Rena, Marcelo Arbach, Felipe Tolosa y Alejandro Ramos, entre otros.

La serie no sólo tiene el sello cordobés en los créditos. Las escenas están plagadas de sus lagos, su tonada y la idiosincra­sia de la provincia. La historia de Costa está ligada a esas sierras. Además de la cuestión federal, también valoró el estreno en la plataforma CINE.AR Play. “Mi mamá era cordobesa, viví allá entre los cuatro y los ocho años y tengo familia allá. Es una serie absolutame­nte cordobesa, que también se encarga de revaloriza­r las institucio­nes de la provincia. En cuanto a la plataforma, siento que por mi edad tengo la marca de las transicion­es. Pasé del fílmico al digital y eso modifica la relación del público con lo que ve. A raíz de los cambios de la tecnología y de decisiones erradas en la programaci­ón, la TV de aire ya no captura tanto a la gente. Como actores, el digital nos permite probar más cosas porque tirar una escena más no significa perder dine- ro. Cambian las formas de maquillar, iluminar y las texturas del arte”.

Sobre su decisión de poner su talento al servicio de la docencia (da talleres de actuación en cámara y está desarrolla­ndo su primer largometra­je como guionista y directora, con alumnos de la Villa 21 y otros de sus clases privadas), dice. “Me lo venían proponiend­o y no me animaba, quizá por un respeto exagerado por el aula. No tengo formación académica, pero tampoco me gusta decir que soy autodidact­a, porque aprendí mirando a otros”, explica. “Después de leer mucha teoría y de aplicar mis conocimien­tos, armé una teoría propia. No deja de ser una opinión. Me guío también por los errores cometidos y por transmitir las cosas que me hubiese gustado saber para no darme con ciertas paredes”, finaliza la actriz, que este año filmó en Chile Dry Martina, dirigida por su ex pareja Che Sandoval.

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Rosa. Antonella Costa, en un entrañable personaje.

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