Minnicelli quedó preso junto a Báez y descubren otro contrabando de textiles El juez Aguinsky llamó ahora a indagatoria a 40 empresarios que contrabandeaban contenedores chinos.
Como consecuencia del desbaratamiento de la banda de Claudio “El Mono” Minnicelli, el juez en lo penal eco-
nómico Marcelo Aguinsky empezó ahora a investigar una organización que durante el gobierno de los Kirchner había creado una especie de “grupo empresario de integración
vertical” para contrabandear textiles desde China. Desde el lunes Minnicelli en el pabellon 6 de la cárcel de Ezeiza, junto a Lázaro Báez y Ricardo Jaime, para cumplir con su procesamiento con prisión preventiva en la causa por los contenedores. La estructura había montado fá
bricas en China que confeccionaba ropa como si fuese argentina que te-
nían hasta la etiqueta de “Made in
Argentina”. Durante más de diez años montaron una estructura que traía la ropa china con la etiqueta “Made in Argentina”, la ingresaba de contrabando y la vendía en el barrio del Once o en la Salada o las saladitas como si fueran confeccionadas en forma local y sin pagar impuestos.
Aguinsky no es afecto a crear megacausas y por esa razón armó un ex
pediente aparte de la causa de la mafia de los contenedores de Minnicelli y el otro procesado Oldemar “Cuky” Barreiro Laborda. Paralelamente, el juez tiene la causa de la mafia de la Aduana donde están acusados los hermanos Paolantonio. La táctica es investigarlas por separado y en forma rápida para mandarlas lo más pronto posible a juicio oral a fin de que no prescriban.
El juez primero indagará a los empresarios sospechados de esta maniobra y luego a aduaneros que habrían cobrado 70 mil dólares por cada contenedor ingresado con contrabando. Si entraron 300, por ejemplo, habría recibido coimas por 21 millones
de dólares, estimaron fuentes judi- ciales. El juez aún no tiene un número preciso pero apunta a contenedores de los empresarios textiles imputados y que comenzaron a ser indagados el lunes. Sucede que la mayoría de estos contenedores pasaban por el llamado canal rojo de la Adua
na, es decir que se le debían controlar los documentos y el contenido. Pero, en realidad, era para retenerlos en la Aduana y cobrar coimas para liberarlos, sospechan en los tribunales de avenida de los Inmigrantes en Retiro.
En la causa se investiga, entre otros ilícitos, “las conductas desplegadas por diversos operadores de comercio exterior, en orden a posibles maniobras de emisión masiva de conocimientos de embarque presuntamente apócrifos, a fin de intentar ingresar al territorio nacional mercadería declarando ante el servicio aduanero información falsa”, revelaron a Cla
rín fuentes judiciales. Los delitos son los artículos 864 y 210 del Código Penal referidos al contrabando.
Los empresarios textiles o navieros que fueron llamados a indagatorias por Aguinsky son Gustavo Andrés González de Sinder SRL, Alejandro César Diolosa, Cirilo Ramón Ocampo, Sebastián Alberto Carello, Daniel Fernando Da Ponte de Cirdio SA., Marcelo Sebastián Segovia de Sayrisa, Silvia Karina Terry de Tejidos Urbanos SRL, Ezequiel Matías Smiriglia y Emmanuel Acebedo de Fley Team SRL.
Además, fueron convocados a presentar declaración como sospecho
sos por el juez Aguinsky: Federico Horacio Neiiendam, Alejandro Martín Marra de Pehuen Consulting SRL, Alejandro Bohtlingk de Agencia Marítima Brings, Luis César Djamus de Blue Inside SA., Miguel Ángel Benitez Arrua de Rombico SA, Carlos Jonathan Joaquín de Shira Indumentaria, Sergio Adrián Kurtag de Strider SRL., Martín Leandro Kurtag de Strider SRL, a Lucas Ezequiel Peralta de Tash., Rodrigo Javier Brandan de Tasha SRL, Pablo Gabriel Fernández de Red Time SA., Favio Hernán Naveiro, Raúl Antonio Lázarte de AMT Intercargo SA., Maximiliano Martelli, y Ernesto Faham de Giselle Textil SA, entre otros imputados en esta nueva causa.