El dólar ahora busca un nuevo piso con la vista puesta en octubre
El clima de satisfacción caracterizó la mañana de ayer en el Banco Central, y no sólo por la baja del dólar del día posterior a las elecciones. El aviso de dos páginas del supermercado Carrefour anunciando el congelamiento de precios de 1300 productos por seis meses sumó alegría entre los funcionarios.
Para Federico Sturzenegger ese dato sumaba puntos para su política anti-inflacionaria más allá de las motivaciones que tuviese esa cadena de supermercados para frenar posibles aumentos.
Para los expertos en consumo el dato también tiene relevancia pero desde otra óptica: los super necesitan recuperar el terreno perdido a mano de los mayoristas y los super chinos a lo largo del último año. Y la estrategia es común a la que encararon muchas ramas de actividad frente al “con
sumidor en modo austero” que carcterizó el experto en consumo Guillermo Oliveto hace tiempo.
En otras palabras, en la Argentina de hoy para aumentar las ventas hay que bajar los precios.
Desde ese punto de vista, la satisfacción del Central sería acotada por los tiempos electorales que se viven y la intención del Gobierno de insuflar ánimo y pesos al consumo.
Pero el dato clave, ayer, seguía pasando por el mercado cambiario donde el dólar, después de tocar $18 hace menos de una semana, buscaba un nuevo “piso”.
El dólar mayorista cerró en $17,07 con una baja de 4% respecto del viernes, el último día antes de las PASO y la pregunta del millón es cuál es el nuevo precio de referencia. Desde el Gobierno, dicen que el “dólar ideal” para el período pre-electoral (la elección es el 22 de octubre) tiene un piso de $17,30 y un techo de $17,90 pero aseguran que hoy hay una política construida a tal efecto.
Sin embargo, la historia reciente confirma que rozando los $18, apareció la oferta de divisas del Central y el precio bajo. ¿Cuanto perdieron los que compraron cerca de $18?. ¿Cuanto ganaron los que se quedaron con su dinero en pesos a tasa de interés y ahora pueden comprar dólares cerca de $17 y no de $18 como la semana pasada?.
Con el diario del lunes, hablar del dólar es más fácil pero el mercado sabe que la gobernadora María Eugenia Vidal presionó antes de las PASO para frenar al dólar y el Presidente Macri, después, no quiere que el billete baje demasiado. Ayer, a $17,07, el dólar mayorista pareció en-
El principal elemento que ahora tiene el Central para controlar al dólar es el cambio de expectativas después de las PASO del domingo.
contrar algún piso y sin intervención del Central pero con una certeza: después del resultado del domingo, las tasas de interés en pesos cobraron relevancia al bajar la expectativa de una devaluación del peso.
Además, aparecieron algunos datos sobre las ventas de dólares del Central en la semanas anteriores que potencian el poder de Sturzenegger para controlar el dólar.
Esos datos se refieren al origen de los US$ 1.800 millones que vendió el Central para controlar al billete a lo largo de las últimas cuatro semanas.
De ese plata, hubo US$ 1.500 millones que eran aporte del Tesoro de la Nación, de fondos provenientes de la colocación de bonos en el
exterior. Así que el Central , en términos netos, habría destinado sólo $300 millones de los más de US$ 48.000 que tiene en las reservas.
Pero el principal elemento que ahora tiene el Central para controla al dólar en caso de lo necesite es el cambio de expectativa después de las PASO que cobra relevancia porque el mercado había apostando en contra .
Según un informe de Econviews, la consultora de Miguel Kiguel, “el mercado descontaba un escenario negativo para el gobierno y se demostró en que el riesgo país había aumentado de 390 puntos a mediados de junio a 460 puntos la semana pasada. El último valor era consistente con un 70% de probabilidad de un escenario pesimista”. Ahora, dice la consultora, el riesgo país “podrá buscar la zona de los 350”.
Pero el informe también puntualiza que las primarias del domingo adelantan que en la elección de octubre “ningún partido tendrá mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado” y eso constituye un anticipo de lo trabajoso que le podrá resultar al Gobierno un acuerdo para avanzar con las reformas laboral e impositiva.
La discusión sobre el futuro del impuesto a los ingresos brutos (fuente esencial de recursos de muchas provincias) promete ser a capa y espada y sin margen para modificaciones bruscas.
La estrategia “gradualista” en materia fiscal ( la palabra ajuste quedó desterrada en el oficialismo) le rindió frutos importantes en materia política al Gobierno y su vigencia cobró relevancia. Entre el aumento a las jubilaciones y pensiones que viene, el incentivo de los créditos hipotecarios, los Argenta para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y el dólar más tranquilo que contribuiría a moderar la inflación, la Casa Rosada suma instrumentos para apostar en octubre a mejorar los números de las PASO.
Tal vez, para esa ocasión, el nivel de actividad pueda brindar otro marco para la política.