La fiscalía pidió pericias de tres vainas y el rastreo de un celular
Un puñado de vainas de cartuchos, alguno sin uso, y la línea del teléfono celular de Maldonado serán perita
dos a pedido de la Fiscalía de Esquel en los próximos días por distintas instituciones. Las vainas fueron recogidas del campo ocupado Cushamen de donde hace dos semanas habría desaparecido Santiago Maldo
nado (28). Son “tres vainas servidas, de plástico, de 70 milímetros -anti motines- y una vaina no servida (no disparada)”, indicó la fiscal federal Silvina Avila. Testimonios y fotografías demuestran que el 1° de agosto los agentes de Gendarmería Nacional dispararon en numerosas ocasiones. En algunas imágenes se observan hasta 10 vainas en el suelo. Algunos
de los presentes aseguran que también utilizaron balas de plomo además de las cargas disuasorias.
Las vainas podrían ser examinadas en los laboratorios del Instituto Balseiro de Bariloche o en otros del cuerpo forense ubicados en Neuquén, Comodoro Rivadavia, Rawson y Río Gallegos, se informó.
La fiscal Avila solicitó además a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), encabezada por la fiscal Cristina Caamaño, que haga el rastreo geográfico de la línea de
celular utilizada por Maldonado. Avila espera obtener información relevante acerca de las llamadas hechas y recibidas a través de esta línea los días anteriores y posteriores al 1° de agosto, última fecha en que fue visto el joven tatuador.
Según trascendió en las primeras horas de la investigación, el celular de Maldonado había sido comprado en Chile y estaba a nombre de otra
persona. Un ciudadano trasandino con residencia en ese país que también se ocupaba de pagar la cuenta mensual del aparato. Hasta donde se sabe, antes de recalar en Cushamen, el joven pasó una temporada recorriendo la isla de Chiloé, y alojándose en casas de pescadores para aprender sobre su actividad y sus problemáticas ante el avance de la industrialización. Chiloé se encuentra en línea recta a Esquel. De acuerdo a los dichos a algunos medios de prensa, por parte de sus ocupantes, el proyecto actual de Maldonado era interiorizarse en el uso de las plantas medicinales entre la comunidad mapuche.
El fin de semana la Justicia, apoyada en personal de la Policía Federal, allanó la casa donde vivía Maldonado en el barrio Los Hornos de El Bolsón. Según pudo averiguar este diario, los especialistas buscaban ropas y otros artículos personales con el propósito de “peritar olores”. El operativo generó enojo entre los familiares de Maldonado, quienes no fueron avisados de sus detalles. Para la abogada Heredia, estos trabajos investigativos debieron haberse concretado cuanto se perdió contacto con el joven tatuador.