Más ecos por el efecto de la tensa elección en las PASO
La señora Fernández de Kirchner sigue inmersa en su país de las “maravillas”. En sus esporádicas apariciones depende de la presencia de la militancia que debe victorearla y emplea un vocabulario mezquino tratando de desprestigiar al Gobierno, no advirtiendo que le hace sumar “voluntades” a favor. Digo que, sigue soñando al escucharla decir: “No me van a hacer torcer el camino”, y otras frases que avergüenzan. Se la vio en las PASO, avanzada la noche, compartiendo escenario a la par de Daniel Scioli y Fernando Espinoza, auténticos piantavotos. Hizo referencia también que las elecciones han sido un “papelón internacional”. Sólo una persona “perdida” se queda hasta las 4 de la madrugada esperando novedades de sus votantes. Ni siquiera su hijo, Máximo Kirchner, la ha acompañado hasta altas horas de la madrugada. Insiste, en que lo sucedido ha sido un bochorno. La señora, se sigue equivocando. Es bochornoso el ser imputada en varias causas por supues-
tos ilícitos cometidos en su gobierno durante más de doce años y ser investigada por la Justicia, a la que quiere esquivar contra viento y marea. Es por ello que busca afanosamente los fueros en el Senado de la Nación, recinto apropiado para cobijar ciudadanos que no deben pisar un lugar tan honorable desprestigiado últimamente por figuras relevantes por su inoperancia y desfachatez. Los abochornados somos la ciudadanía, que debe soportar la pesada carga que significa la presencia de una ex presidenta que se motiva por el encono de no seguir siendo “la primera dama”.
Juan R. Bell
beljuanroberto@yahoo.com.ar
En estas elecciones de las PASO del domingo 13 de agosto, quedó en claro que por más que le busquemos ganadores de un lado o del otro, el único gran perdedor es el peronismo, que me parece que está en terapia intensiva con pronóstico reservado. O sea que, desde ya, vamos diciéndole chau al peronismo.
Héctor Montero
monterohh@yahoo.com.ar
Creo que es muy injusto que se critique a Esteban Bullrich por los pequeños errores que cometió en sus discursos improvisados. Bullrich es el mejor candidato que pudo haber presentado Cambiemos. ¿Qué otro candidato pudiera haber empatado por unas centésimas a un adversario? Ganar, gana cualquiera, ¿pero empatar exactamente? Según el clásico libro “Teoría de la probabilidad”, de Feller, que trata de estos temas, la probabilidad de tal hecho es una en un millón (y ni hablar de la probabilidad de que el empate ocurra en cámara lenta a último momento del conteo) ¿Mal candidato, dicen? Señores, Esteban Bullrich es un genio de la matemática.
Leonardo Peusner
leonardo.peusner@gmail.com
Entre los múltiples comentarios posteriores al día de las PASO, también se vieron entrevistas diversas. Algunos movileros ubicados en sitios estratégicos de la ciudad entrevistaron al público. Un periodista, que junto a una extensa fila de quienes estaban esperando el colectivo, les preguntó con mucho respeto a hombres y
mujeres, más jóvenes y algo mayores, si sabían para qué se había votado el domingo, es decir, ¿qué funcionarios estábamos eligiendo? No obtuvo resultados. Al menos en una docena de casos, o más, nadie sabía que se habían elegido senadores y diputados. Directamente, y con nada de interés y aun menor culpa, decían que no sabían. Por eso creo, si no se le hace un pequeño cuestionario que los habilite a votar, que debieran las autoridades de insistir educando. Una forma sería acompañar las publicidades políticas con una explicación clara y neutral que aleccionara para qué los ciudadanos concurrirían a los comicios. El voto responsable enriquece a la democracia.
Rosa Beatriz de la Fuente
rosabfuente@hotmail.com
Me da vergüenza que la ex presidenta saque el porcentaje de votos que sacó en la provincia de Buenos Aires, habiendo dejado devastado el país. Su gestión generó la ignorancia, la falta de educación, con los jueces garantistas promocionados por ella generó la delincuencia. Pero lo bueno es que los votos que tuvo demuestran que la Argentina está cambiando y que no van a volver nunca más. Macri, con sus errores y aciertos, es un Presidente serio, que respeta las leyes de la economía y, tarde o temprano, este país va a volver a funcionar. Como dijo Bill Clinton alguna vez, “es la economía, estúpido”. Eso es lo que tenemos que decirle a la doctora. No funciona en base a planes ni subsidios, funciona en base a inversiones y trabajo.
Fernando Cingolani
estudiocingolani@live.com.ar
Ni siquiera ahora ... y “cuesta abajo en su rodada”, la ex presidente se privó de abusar del cinismo, la hipocresía y el embuste para negar una posible derrota y lanzar: “He ganado”, -ignorando de manera impiadosa a los que la acompañaron como candidatos y a los cientos de sufridos miltantes que le tuvieron la vela por más de 9 horas esperando su aparición y obligados a soportar su extenso y tedioso discurso-, emulando a su marido cuando cayó derrotado con aquellas vergonzosas testimoniales de 2009, a manos de Francisco De Narvaez, o ella misma cuando exclamaba alborozada que había ganado “en su lugar en el mundo” e ignorando la soberana paliza que le había propinado Sergio Massa en 2013, sepultando para siempre aquella utopia y el sueño de “Cristina eterna”.
En Cambiemos deberían recurrir a ese joven periodista que apodan como una marca de fernet y que acosó con medias verdades y de manera inquisidora a María Eugenia Vidal, y que decidió a muchos televidentes indecisos que era lo que definitivamente debían votar.
Alejo Uribe
uribealejo@hotmail.com