Clarín

El día que Macri se puso traje de peronista

- Ricardo Roa

Con el sorpresivo juicio a Freiler, Macri le da a tomar al kirchneris­mo de su propia medicina.

nte todo, una aclaración: nada de lo que aquí se va a contar puede explicarse sin el contundent­e triunfo de Cambiemos. A menos que se quiera creer que esto que vamos a contar pasó por pura coincidenc­ia.

¿Y qué pasó? Que el Gobierno estuvo esperando durante dos meses largos que se abriera un hueco en la Magistratu­ra para colar el

juicio político al camarista Freiler. Hueco quería decir que el kirchneris­mo perdiera un voto aunque fuese por un momento. Y milagrosam­ente ese hueco se abrió ayer.

El hueco no se abrió solo. Y no se podría haber abierto si una cámara no hubiera suspendido como miembro de la Magistratu­ra al senador kirchneris­ta Godoy. Y si l a Corte y Lo-

renzetti no decidían como decidieron tomarle juramento a su reemplazan­te, el senador País, cuando el Consejo de la Magistratu­ra ya había aprobado el juicio a Freiler.

Aunque no se sabe cómo votaría País, un senador chubutense que no es fanático kirchneris­ta, lo cierto es que sin ese voto el macrismo pudo conseguir al fin los dos tercios que necesitaba.

La reunión del Consejo estaba convocada a las 10. Presionado por el kirchneris­mo y para presionar a la Corte, País se presentó en el 4° piso de Tribunales a las 8.45. Y con todo listo,

para jurar tan rápido como pudiera. Lo acompañaba Godoy. Querían llegar a tiempo a la sesión del Consejo: hasta llevaron el acta de la jura ya escrita.

Pero Lorenzetti había previsto y les había comunicado otra cosa: asistiría a la audiencia pública de las 10 sobre educación religiosa en Salta y antes del juramento firmaría una acordada con el resto de la Corte fijando posición sobre el reclamo judicial de Godoy. El senador planteó que es ilegal haber sido separado de la Magistratu­ra por no ser abogado.

País fue y volvió al Salón de Embajadore­s: recién a las 13.30 pudo prestar juramento. Para entonces Freiler ya había sido suspendido

y comenzaba otra etapa en la Justicia y otra etapa en la relación entre el macrismo y la Justicia: por primera vez Macri le dio al kirchneris­mo a tomar de su propia medicina.

De esa medicina fue la conversaci­ón telefónica con Lorenzetti la noche del miércoles y la decisión de Juan Mahiques, el representa­nte del Gobierno en la Magistratu­ra, de subir el caso Freiler al primer punto del orden del día. Había que apurarse y aprovechar que País estaba esperando turno en la Corte.

Fue la sesión más violenta desde que Ma

cri es presidente. Se sacaron sobre todo Tailhade, el ex agente de la SIDE ahora diputado y García, senadora de Santa Cruz por ser cuñada de Máximo Kirchner. Los dos, del club del helicópter­o: “Se van a ir peor que De la Rúa” decían a los gritos.

También gritaban Vázquez, jueza laboral kirchneris­ta y Godoy que había dejado a País a la espera del llamado de Lorenzetti y apareció de golpe en un lugar del que ya no forma

parte sólo para provocar. Mahiques, que se mantenía en contacto con Garavano, bancó la discusión con Donato, la jefa del cuerpo.

País puede sentirse aliviado: evitó pelearse con el sector kirchneris­ta de su bloque votando contra Freiler y evitó pelearse con sus propias conviccion­es votando a favor de Freiler, uno de los jueces más corruptos del kirchneris­mo al que aguarda un Jury en el que macristas y radicales tienen mayoría.

Todo ocurrió después de la elección del domingo y no fue pura coincidenc­ia. La nueva película de la Justicia continuará. Y promete más después de octubre.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina