Vidal ya ve a Cristina como la ganadora de las PASO
La gobernadora. Su apuesta será por la “polarización extrema” contra CFK. Cree que Cambiemos perdió por medio punto.
María Eugenia Vidal no ha oído, por ahora, la frase que se dicen entre sí muchos funcionarios de la Casa Rosada cuando se cruzan por los pasillos y hablan de la contienda bonaerense: “Tú no has ganado nada”, repiten, así, con el uso del tú porque rememoran una célebre frase del paraguayo Chilavert.
Nadie se la diría con alguna intención a la gobernadora, a quien veneran hasta la desmesura por estas horas: la emplean para darse ánimo y para tratar de bajar a tierra a quienes creen que las elecciones del 22 de octubre no serán más que un trámite. La primera en advertir que no se ha ganado nada es la propia Vidal: en las últimas horas -incluso- ha dicho que, cuando termine el escrutinio definitivo, Cristina asomará con una luz de ventaja por sobre Esteban Bullrich.
“Cerca de medio punto”, precisa uno de sus principales colaboradores que viene de atravesar las últimas noches estudiando la confección del nuevo mapa electoral de la Provincia. Anticiparse al veredicto de la Justicia es, acaso, una forma de curarse en salud. “Nunca dijimos que habíamos
ganado. El domingo salimos a festejar la enorme elección de Cambiemos en todo el país. El resto corre por cuenta de lo que interprete o mal interprete el kirchnerismo”, dicen en la gobernación. “Fue un empate y lo seguirá siendo después de que se abran todas las urnas”, coinciden los integrantes del ala política.
El recuento provisorio se detuvo el lunes en medio de una igualdad técnica que mantuvo cautivos a quienes antes de la votación creían que se iba a imponer Cristina con comodidad y a quienes, con las primeras tendencias firmes, suponían que el macrismo obtendría una ventaja considerable.
Lo cierto es que Bullrich acumuaba el 34,19 por ciento de los sufragios y Cristina el 34,11 cuando se paralizó la carga de datos. Restaban por contabilizar 1.437 mesas de un total de 35.589, o sea, el 4,32% del padrón. Cristina dijo en plena madrugada que había ganado la pulseada. Probablemente, admiten en el macrismo bonaerense, termine siendo así: muchas de esas mesas que quedan pertenecen a La Matanza, Merlo y Moreno, donde la ex presidenta está más fuerte.
Vidal se irá a descansar al sur el fin de semana largo con la idea de que ese medio punto que sacaría de ven- taja Cristina los dejaría frente a un escenario poco menos que soñado. “Nos iba a sacar siete puntos de distancia y terminó peor que Aníbal Fernández. Ojalá, de verdad, crea que nos ganó y salga a proclamar su victoria”, dicen con cierta maldad en el entorno de Vidal.
La estrategia en la Provincia para “la final” -así la llaman- no se definirá en el corto plazo. Marcos Peña, Jaime Durán Barba y Federico Salvai encargarán un nuevo trabajo a sus encuestadores para empezar a analizar, sin apuro, cómo está el humor social.
Por ahora sólo saben que la gente no quiere que le hablen de política por un buen tiempo. Se entusiasman, sin embargo, con “la polarización extrema” que traerá aparejada la nueva campaña.
“Salvo para los encuestadores que operaron un escenario de tres candidatos, siempre hubo dos opciones. Pero ahora ya nadie puede engañarse”, suponen.
Se ilusionan con un dato. El domingo a la noche, cuando la tendencia electoral viraba de victoria a empate, Durán Barba entró en acción en Costa Salguero y calmó los ánimos: del 30 por ciento de la población que no votó a los principales candidatos -dijo- “hay más anti kirchnerismo que antimacrismo”.