Detienen a tres policías porteños por cobrarles “protección” a comerciantes
Extorsionaban en Once a dueños y encargados de supermercados chinos. Ostentaban su buen pasar económico.
Ni siquiera lo disimularon. De pronto, uno de ellos apareció manejando un Audi último modelo, otro se compró una coqueta casa en el barrio de Palermo -donde el metro cuadrado ronda los u$s 3.000- y a sus jefes de la Policía de la Ciudad no les pasó inadvertido el ostentoso crecimiento económico de este inspector y de otros dos oficiales. Desde ayer esos tres policías duermen en una fría celda, acusados de integrar una banda que extorsionaba a comerciantes chinos en la zona de Once.
Tras una investigación iniciada por la propia Policía de la Ciudad, que re- cayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°30 -a cargo de Jorge Adolfo López- se logró corroborar la denuncia y ayer se ordenó la detención de tres policías, quienes ya fueron separados de la Fuerza.
Todo comenzó en mayo, explicaron fuentes de la investigación a Cla
rín. Tanto el inspector como los dos oficiales ahora detenidos habían trabajado juntos en la brigada de la comisaría 10° de la Policía Federal, en Once. Pero cuando parte de esta Fuerza fue traspasada al Gobierno porteño, el trío quedó en el ámbito de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad. Allí se los destinó a trabajar en el Microcentro, pero en esa zona pasaban poco tiempo. Eso se descubriría cuando los jefes de los sospechosos detectaron situaciones irregulares en su patrimonio: autos último modelo, casas en los barrios más caros de la Ciudad y otros lujos que no eran acordes con sus salarios.
Así fue que detectaron que, pese a que trabajaban en la zona del microcentro porteño, “sin ningún tipo de autorización, se trasladaban todo el tiempo al barrio de Once”. Fue entonces que, para conocer sus movimientos y buscar pruebas, los investigadores comenzaron a seguirlos. Y entonces se descubrió que entraban y salían de supermercados chinos. Interrogaron a los comerciantes y éstos contaron que les pagaban coimas.
“Cuando la Policía de la Ciudad indagó sobre lo que sucedía, descubrió que les cobraban a los comerciantes a cambio de protección”, informaron a
Clarín fuentes del caso. Y alegaron: “Esta mafias funcionaban con comisarios que se llevaban mucho más que estos policías, pero al sacarles al jefe fijo muchos quisieron seguir con el negocio. Este es un ejemplo”.
En el marco de esta causa, se hicieron allanamientos en la casa de uno de los detenidos, en Quilmes, como así también en la comisaría 10°, de donde se llevaron teléfonos, documentación, dinero y agendas.
El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, reiteró que no tolerarán este tipo de casos. “Nosotros siempre decimos tolerancia cero a la corrupción policial”, sostuvo. El secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, señaló: “Rotamos a comisarios y subcomisarios y pusimos a las brigadas bajo la órbita de la Superintendencia de Investigaciones. Esto nos facilita desarmar este tipo de manejos de delincuentes”.