Clarín

A un año del oro olímpico, los Leones tienen ganas de más

Lucas Vila, Juan Manuel Vivaldi y Juan Ignacio López aseguran que la Selección se plantea nuevas metas.

- María Kexel mkexel@clarin.com

En los suburbios de La Habana llaman al amigo “mi tierra y mi sangre”. Hace tiempo, quizás desde el Mundial Junior de 2005, que se jugó en la capital cubana, se venía gestando algo que luego cobró vida en Deodoro con la hazaña argentina que derivó en la primera medalla dorada olím

pica para el hockey nacional. Los Leones fueron campeones en Río de Janeiro 2016 porque todos tenían el mismo objetivo, llevaban la misma sangre y defendían la misma tierra. Hoy, a un año de aquella proeza, en la misma sintonía caminan ellos, los amigos, reunidos por Clarín .

Son Lucas Vila, Juan Manuel Vivaldi y Juan Martín López, que en la mañana otoñal que disfrutan en el CeNARD sellan con sus palabras lo que se sospechaba: le tomaron el gustito a la gloria y ahora no quieren sentir otra cosa. Hoy, asado de por medio, celebrarán con alegría el aniversari­o, pero los Leones miran el futuro con ganas de más.

La palabra la toma Vivaldi, el emblema, la experienci­a, el dueño del arco que es contundent­e a los 38 años: “La motivación para seguir viene so

la. Más allá de lo logrado, seguimos vistiendo la camiseta argentina. Y nuestro espíritu también es el mismo: entrenar, pelear y luchar. Eso fue lo que nos trajo hasta acá y cambiarlo sería cambiar los valores del equipo. Y eso no pasa”.

Lucas, de 30 años, es el hermano menor de Matías y Rodrigo Vila, ex jugadores del selecciona­do. El "Colo” mira fijo hacia la pista de atletismo que regala el paisaje y desliza con algún deseo: “Ojalá Río hubiese durado seis meses. Ese tiempo posterior fue duro para la cabeza porque queríamos seguir ahí. Pensaba: 'Después de lograr lo máximo, ¿qué queda?' Fue una sensación medio rara, de vacío, que se cortó cuando nos reencontra­mos. Nos costó tanto llegar a ser número uno del mundo que ahora solo buscamos seguir ahí. No lo podemos dejar pasar”. López lo tiene muy claro: “No nos podemos dormir en los laureles. Para llegar a un nivel tan alto, pasamos por momentos malos. Ahora llegamos acá y no nos queremos bajar. El ' Chapa' (Retegui) nos dijo: 'Una vez que te subís al podio, no te bajas más'. Y es así: dimos el zarpazo en Río, pero ahora vamos por el Mundial de India 2018. ¿Cuántos equipos ganaron los Juegos y el Mundial en el mismo

ciclo? ¿Por qué no podemos ser el mejor equipo de la historia?”. El “Gato”, de 32 años, no escatima a la hora de soñar. Mira la medalla de oro y todo tiene sentido.

El arquero, el mejor del mundo para muchos, explica el desgaste lógico que sufrieron: “Llegamos a un pico muy alto en Río. Cada uno llegó en su máximo nivel y después logramos llevar eso al equipo. No sólo física sino mentalment­e, porque relegamos todo para hacerlo. Y cuando terminó, hubo un afloje general, completa

mente natural y normal. Al principio costó, después vinieron las vacaciones y nos renovamos para volver a arrancar de cero. En eso estamos y vamos muy bien”.

La agenda de los Leones ya está lista para poder soñar en grande. Los dirigidos por Retegui llegaron campeones de la Copa Panamerica­na jugada en Estados Unidos, su segunda aventura en el año tras lograr en Londres, dos meses atrás, el pasaje a la final de la Liga Mundial que se jugará en Bhubaneswa­r, India, en diciembre. -¿Se sienten los mejores del mundo? -Vila: Creo que todavía no tenemos la sensación de ser los mejores. No es que sentirnos así sería perder la humildad, pero este equipo prefiere mantener el perfil bajo, siempre con el conocimien­to de cuánto nos costó llegar hasta acá. Eso de sentirse los mejores lleva tiempo y no es de un año para el otro. Pero sí sabemos que es una realidad que estamos primeros en el ranking. -López: Los equipos nos respetan mucho más que antes. Nos conocen todos. Es un valor agregado, pero somos consciente­s de que somos un equipo que tiene confianza porque sabemos que contamos con armas letales: el mejor arquero y el mejor córner corto del mundo. Nuestra responsabi­lidad es seguir siendo los mejores.

La pregunta es si les cambió la vida haber ganado la medalla. Las respuestas, aunque diferentes, tienen un mensaje unánime. “Me tengo que seguir levantando a las 7 para entrenarme, llevar y buscar a los chicos en el jardín, entrenar a las chicas del club y seguir con mi escuelita de arqueros”, responde un certero Vivaldi. Vila no se queda atrás: “Tengo que seguir preocupánd­ome sobre de qué voy a trabajar cuando termine mi carrera de jugador. No somos futbolista­s, lamentable­mente”. Cierra López: “Sigo siendo el mismo. Sigo yendo a los mismos lugares, jugando en el mismo club y con los mismos amigos. No cambió nada”.

Caminan tranquilos por el CeNARD. El espíritu amateur de Núñez dibuja la escena aún mejor: se termina la charla con Clarín mientras Paula Pareto, bolso en mano, camina tranquila hacia el tatami para entrenarse. Donde todos son iguales, los Leones también. Con la medalla dorada, claro, ahora van por todo.

 ?? GERARDO DELL’ORO ?? Trío dorado. Lucas Vila, Juan Manuel Vivaldi y Juan Ignacio López, reunidos por Clarín en la cancha de hockey del CeNARD.
GERARDO DELL’ORO Trío dorado. Lucas Vila, Juan Manuel Vivaldi y Juan Ignacio López, reunidos por Clarín en la cancha de hockey del CeNARD.

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