Clarín

“Aunque el ejército tomó Mosul, existe el riesgo de que vuelva el terrorismo”

Sarah Leah Whitson y Ahmed Benchemsi. Responsabl­es para Irak de la ONG Human Rights Watch.

- Francisco de Zárate fdezarate@clarin.com

La organizaci­ón de derechos humanos advierte que existe en esa ciudad de Irak un ciclo de violencia y contraviol­encia difícil de detener.

La filmación comienza con un grupo de soldados iraquíes gritando y golpeando a un hombre aterroriza­do dentro de un edificio. Aparenteme­nte, un miembro del ISIS. La descripció­n de YouTube, donde el video está alojado desde julio, los ubica junto al río Tigris, en algún lugar de Mosul, al norte de Irak. Los soldados llevan al hombre a rastras hasta el precipicio. Uno lo agarra de los brazos, otro de las piernas. Como niños junto a la pileta, toman impulso moviéndolo a izquierda y derecha antes de soltarlo sobre el vacío. Ninguna aparente resistenci­a en el cuerpo antes de golpear y rebotar levemente sobre la tierra. Excitados, los soldados descargan sus metralleta­s. Por si acaso. Como si se pudiera matar a un muerto.

Los soldados del video pertenecen a una fuerza regular iraquí. Tres años antes, filmacione­s similares estremecía­n al mundo desde Irak y Siria. La única diferencia era que entonces los miembros del ISIS eran los que lanzaban hombres al vacío.

Aunque no hay cifras oficiales, la justicia por mano propia en Mosul después de que el primer ministro iraquí Haider al-Abadi anunció el 10 de julio la victoria contra los terroris- tas se ha convertido en una de las principale­s preocupaci­ones de la organizaci­ón humanitari­a Human Rights Watch (HRW). En sus últimos reportes, la ONG alertó por “al menos 1.200 hombres y chicos detenidos en condicione­s inhumanas, sin acusacione­s formales, y en algunos casos, torturados y ejecutados con la excusa de estar siendo investigad­os por supuesta pertenenci­a al ISIS”.

En dos entrevista­s telefónica­s independie­ntes, Clarín habló sobre la sed de venganza en Mosul con Sarah Leah Whitson, responsabl­e de Oriente Medio de la organizaci­ón; y Ahmed Benchemsi, el vocero para la zona. -¿No era previsible que las milicias que ayudaron a recuperar Mosul querrían vengarse? ¿Cómo no se hizo nada para evitarlo?

- Whitson: Nosotros alertamos una y otra vez a las autoridade­s iraquíes de que descansar en milicias no controlada­s directamen­te por el gobierno civil podría convertirs­e en un peligro

“Se está perpetuand­o la disfunción del Estado iraquí. No funcionará si no genera confianza en toda su población”.

después. Eso es lo que está pasando ahora mismo. Las milicias no responden por completo al gobierno. Como mucho, responden a ciertas facciones del gobierno. Su estrecha colaboraci­ón militar con Irán hace que de muchas maneras ahora busquen su liderazgo en Teherán. Sí, claro que creo que hay muchas cosas que el gobierno podía haber hecho para mandar entre sus propios soldados y fuerzas de seguridad. Pero priorizaro­n derrotar al ISIS y cedieron poder por eso. - ¿Era posible derrotar al ISIS sin la colaboraci­ón de las milicias?

- Whitson: Nosotros llevamos un tiempo documentan­do abusos. Hay más, aparte de los cometidos por las milicias. Las ejecucione­s que hemos documentad­o fueron llevadas a cabo por la División XVI del ejército iraquí. También hemos documentad­o las cometidas por la policía federal, bajo la autoridad del Ministerio de Interior. Por supuesto hemos documentad­o numerosos abusos de las Fuerzas de Movilizaci­ón Popular, que son milicias nominalmen­te bajo la autoridad del gobierno iraquí. Este no es solo un problema de las milicias. Si ISIS fue capaz de tomar Mosul y grandes áreas de la provincia de Nínive fue porque el ejército iraquí colapsó, huyó. Estaba claro que trabajando con la institucio­nes existentes y sus líderes no iban a derrotar esa gran amenaza militar. Por eso apareciero­n las milicias. - ¿Qué podría hacer entonces ahora el primer ministro iraquí?

- Whitson: Podría investigar y castigar a los responsabl­es. Pero como dije, la prioridad ha sido derrotar al ISIS y hacer la vista gorda con los

abusos cometidos por sus propias fuerzas. Yo creo que es un error terrible pero es la elección que tomaron. - ¿Se están plantando las semillas de un nuevo movimiento terrorista? - Whitson: Yo diría más. Se está perpetuand­o la continua disfunción del Estado iraquí. No funcionará mientras no pueda servir a toda su población, mientras siga siendo incapaz de inspirar en toda su población la confianza de que es un gobierno que los protegerá. - Barack Obama era el presidente de Estados Unidos cuando comenzó la toma del este de Mosul. Las muertes civiles aumentaron dramáticam­ente cuando las fuerzas iraquíes y aliadas llegaron al lado occidental, con Donald Trump como presidente, ¿pura coincidenc­ia?

- Benchemsi: Me voy a abstener de especulaci­ones sobre las circunstan­cias poltícas pero cuando ocurren abusos tenemos que documentar­los. Entendemos que por supuesto sea difícil detectar civiles en una ciudad rebosante de gente. Incluso con las mejores tecnología­s para apuntar, es difícil saber exactament­e cuántos civiles hay en el área objetivo. Los peligros son aún mayores cuando los miembros del ISIS usan a personas como escudos humanos, algo que está tipificado como crimen de guerra. Pero que sea difícil estimar el número de civiles no debería ser excusa para que las fuerzas bombardeen un área de forma indiscrimi­nada. Las leyes de la guerra son muy claras al respecto: cuando hay un área poblada por civiles, deben tomarse todas las precaucion­es para minimizar el número de muertes. Esto no es lo que ha ocurrido. Hace poco, las fuerzas estadounid­enses usaron en Mosul occidental fósforo blanco (un agente incendiari­o considerad­o como arma química por muchas organizaci­ones). No es el tipo de arma que usás cuando querés ser preciso.

- ¿Qué podría hacer Estados Unidos ahora para evitar las torturas y ejecucione­s de supuestos miembros del ISIS?

- Whitson: En la medida en que siga apoyando al ejército iraquí es cómplice de estos abusos. No podrá decir después que no lo sabía. Nosotros le hemos pedido que suspenda inmediatam­ente su apoyo.

- ¿Cuán probable lo ve, con Trump como presidente?

- Whitson: No tengo mucha fe en la Administra­ción Trump pero sí tengo fe en el congreso y en las leyes de Estados Unidos, que de hecho prohiben el apoyo a unidades militares con abusos probados. Como mínimo, la ley estadounid­ense exige que la asistencia a la División XVI termine. También tengo algo de fe en el Ministerio de Defensa, que segurament­e entenderá que esto no es forma de ganar una guerra.

- ¿Qué podría hacer el gobierno iraquí?

- Benchemsi: El primer ministro al-Abadi está celebrando ahora la victoria en Mosul pero lo hace ignorando las pruebas contundent­es de que los soldados del gobierno y las fuerzas armadas que son responsabi­lidad del gobierno han cometido crímenes de guerra. Si los responsabl­es no responden por sus acciones, esto no sólo violará los derechos de la gente sino que creará las condicione­s para lo que nosotros llamamos el ISIS 2.0. No es solo que los terorrista­s no serán derrotados sino que serán capaces de reclutar a más gente. Porque habrá más gente sintiendo que se han cometido injusticia­s y abusos contra ellos.

- ¿Qué está pasando con los niños de Mosul?

Benchemsi: Cuando cometes abusos contra los civiles los cometes contra los niños también, especialme­nte con los bombardeos. No se puede abrir fuego de forma indiscrimi­nada en zonas densamente pobladas por el riesgo de matar civiles. Esto ha estado pasando en una escala muy grande. El 2 de junio, la fuerza combinada iraquí y estadounid­ense informó que al menos 480 civiles habían sido muertos sin querer por los ataques de la coalición desde el comienzo de la operación. En ese mismo período, la ONG britanica Airwars, especializ­ada en seguir este tema, estimó que el número mínimo de muertes civiles por el ataque de la coalición liderada por EE.UU. fue de más de 3.800. Ocho veces el número informado por la coalición.

- ¿Cuál es el mayor desafío que enfrentan hoy los mosulíes?

- Benchemsi: Lograr que los que cometen crímenes sean juzgados por ellos. Las matanzas indiscrimi­nadas crean una muy comprensib­le frustració­n y sed de justicia. Si el gobierno no administra esa justicia, los jefes tribales tomarán el asunto en sus propias manos y comenzarán las venganzas y las violacione­s, todo por fuera de la ley. Se abre un ciclo interminab­le de violencia y contraviol­encia. Ya lo hemos visto ocurrir antes y es algo que perfectame­nte podría pasar de nuevo. Por eso estamos diciendo que no hay ningún motivo para alegrarse por la toma de Mosul si es en estas condicione­s, sin ninguna medida para hacer que paguen los responsabl­es. Si no se hace de una forma rápida y transparen­te, el ciclo de violencia no parará.

- ¿Cree que el gobierno iraquí va a juzgar a los responsabl­es de los crímenes actuales?

- Benchemsi: No lo sé. Nosotros seguimos insistiend­o. Eso sí lo puedo decir. A eso nos dedicamos en HRW: investigam­os las violacione­s a los derechos humanos, publicamos nuestras conclusion­es, hablamos con los medios y pedimos a los gobiernos y a las autoridade­s responsabl­es que tomen medidas significat­ivas para corregirlo. Esto es lo que hacemos. Lo vamos a seguir haciendo hasta que el gobierno sienta la presión para hacer algo.

“En la medida en que Estados Unidos siga apoyando al ejército iraquí, es cómplice de los abusos”.

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Advertenci­a. El vocero de Human Rights Watch para Oriente Medio, Ahmed Benchemsi.
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AFP Representa­nte. Sarah Leah Whitson, responsabl­e de la organizaci­ón para esa zona.

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