Tenía 40 años y era del barrio porteño de Barracas. Su vivienda estaba a pocas cuadras de la Rambla.
La argentina muerta en Barcelona vivía en la zona y había salido de compras
Carmen Lopardo, una italiana de 80 años que residía en Argentina, es otra de las víctimas.
A medida que disminuye la conmoción, comienzan a surgir algunos detalles de las víctimas del atentado en la Rambla de Barcelona. Ayer se su- po que la argentina Silvina Alejandra Pereyra, quien tenía doble nacionalidad, vivía hace una década en la zona donde se produjo el ataque.
Tuvo la mala suerte de cruzar la peatonal en el momento justo en que los terroristas lanzaron la furgoneta contra la gente. “Ella vivía a cuadras de ahí y había bajado a hacer las compras, tan sencillo como eso”, contó el cónsul argentino en Barcelona, Alejandro Alonso Saiz.
El diplomático señaló que “a partir de la llamada” de la “prima” de Pereyra, “cruzamos información, nos encontramos con ella y unos amigos en la morgue, y ellos pudieron reconocer el cuerpo”. “Tenía hermanos que, aparentemente, estarían viajando”, agregó.
Silvina Pereyra tenía 40 años y era del barrio porteño de Barracas, pero desde hace una década residía en España. Parte de su familia, como el padre y una hermana, viven en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Una amiga de Silvina en España contó que la mujer “ansiaba retornar allá (Argentina)”. “Lo tenía planeado para dentro de un año. Añoraba a sus parientes. Como todos los inmigrantes que vinimos aquí, añoramos lo nuestro”, dijo.
Carmen Lopardo, otra de las víctimas fatales del atentado, es una ciudadana italiana de 80 años que residía hace seis décadas en la Argentina. Había viajado a España en un tour turístico.
El gobierno argentino, a través de la Cancillería, expresó sus condolencias para ambas familias y reafirmó su “enérgica condena al terrorismo en todas sus manifestaciones”, además de reiterar la “necesidad trabajar por la paz, la seguridad y el respeto a los derechos humanos”.
Entre las otra personas que resultaron muertas al ser arrolladas por la furgoneta de los terroristas en la Rambla de Barcelona, y que los forenses fueron identificando, figuran tres españoles, un canadiense, tres italianos -incluyendo a la residente en Argentina-, un estadounidense y dos mujeres, una belga y otra portuguesa. Aún resta saber la identidad de tres cuerpos, aunque trascendió que podrían ser alemanes. La gran mayoría de ellos son turistas. La décimo cuarta víctima es una joven española que fue asesinada con armas blancas por los yihadistas en su ataque de madrugada en Cambrils.
Hay otros dos argentinos afectados por el ataque yihadistas, pero en este caso tuvieron más suerte y sobrevi- vieron. María Cristina Deambrosi, de 67 años, quien había viajado a Barcelona para conocer la famosa ciudad turística española, y Pablo Sebastián Abecasis, de 36, con residencia en la capital catalana. Ambos están fuera de peligro.
Deambrosi permanece internada en el hospital de Bellvitge por una fractura de pelvis y fémur. Los médicos la someterán a una intervención quirúrgica reconstituir la herida. Su esposo, Norberto Oscar Ustrell, la está acompañando. El hombre explicó que las fracturas de su mujer no fueron causadas por la furgoneta de los terroristas, sino por los golpes y empujones que produjo la estampida de la multitud ante el ataque.
Abecasis, en cambio, sólo tuvo contusiones leves pese a que sí fue atropellado por los extremistas. Según trascendió, trabaja en un comercio de la Rambla. El vehículo de los terroristas lo atropelló de modo directo, y su cabeza y espalda impactaron con el parabrisas. Quedó tendido en el piso, pero sin heridas graves.
Un grupo de personas que estaban en el lugar lo subieron a un taxi y lo llevaron al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, donde se verificó que sólo tenía hematomas en gran parte del cuerpo, inflamación y fuertes dolores en la cabeza y la mandíbula. Como el cuadro no era grave, le dieron de alta en pocas horas.
En cambio entre los otros cientos de heridos, donde hay ciudadanos de 34 nacionalidades distintas, la situación es bastante distinta. De acuerdo a los últimos partes médicos, una docena se encuentra en estado sumamente crítico. Los médicos están haciendo todo lo posible para salvar sus vidas.